Parsons a Packers: ¿Por qué se rompió en Dallas y el traspaso récord?

alofoke
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El Encuentro Clave y el Polémico Traspaso de Micah Parsons

Una reunión crucial en marzo marcó el inicio de uno de los traspasos más impactantes de la última década en la NFL. La cita entre el propietario de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, y el destacado pass rusher Micah Parsons, generó un ambiente de tensión que culminó en la salida del jugador.

La conversación, que tuvo lugar en la sede del equipo en Frisco, Texas, giró en torno a la situación contractual de Parsons, quien había expresado su deseo de permanecer en los Cowboys «de por vida» en febrero de 2024. A pesar de los intentos del jugador por negociar una extensión, las conversaciones no avanzaron como se esperaba.

Jerry y Micah se reunieron periódicamente durante los últimos cuatro años para discutir asuntos comerciales y de liderazgo. Jerry disfrutaba de estas discusiones con Micah. Pero la reunión de marzo no fue eso, a pesar de que Micah dijera públicamente más tarde que era para discutir el liderazgo. Micah le dijo a Jerry: ‘Quiero venir y discutir dónde estamos’, refiriéndose a una extensión de contrato. Entonces, esa fue la expectativa de Jerry.

Fuente cercana a Jerry Jones

Durante la reunión, que se extendió por tres horas, se discutieron cifras, años y garantías económicas. Ambas partes esperaban establecer un nuevo estándar en el mercado para los cazadores de mariscales de campo, superando los 40 millones de dólares por temporada y los 123.5 millones garantizados que había recibido Myles Garrett de los Cleveland Browns. Parsons, con 52.5 sacks en su carrera, se posicionaba como uno de los jugadores más destacados en sus primeras cuatro temporadas.

Sin embargo, las negociaciones se complicaron cuando Parsons, tras la reunión, intentó obtener mejores términos, lo que llevó a una renegociación que finalmente no fructificó.

Micah Parsons
Parsons buscaba un contrato récord mientras los Cowboys equilibraban otras preocupaciones de personal.

A pesar de que los Cowboys ofrecieron una cantidad superior a los 136 millones de dólares que Parsons recibiría de Green Bay, la situación llegó a un punto muerto. La falta de acuerdo y las crecientes expectativas salariales en el mercado de los pass rushers jugaron en contra de la permanencia de Parsons en Dallas.

En agosto, Jones reveló que la agencia de Parsons no había aceptado los términos ofrecidos, lo que dificultó aún más las negociaciones. La postura de Jones se mantuvo firme, creyendo que ya existía un acuerdo verbal, lo que generó tensiones adicionales.

Con el panorama incierto, los Cowboys se prepararon para el draft de la NFL de 2025. Aunque la situación de Parsons no era un factor principal en ese momento, la falta de un acuerdo contractual y el aumento de los precios en el mercado de los pass rushers complicaron las cosas.

En las semanas previas a la cumbre Jones/Parsons, jugadores como Maxx Crosby y T.J. Watt habían firmado nuevos acuerdos, lo que elevó aún más las expectativas salariales de Parsons. Esto llevó a los Cowboys a considerar la posibilidad de dejar que Parsons jugara con su opción de quinto año o traspasarlo.

La decisión de traspasar a Parsons también estuvo influenciada por la necesidad de equilibrar los costos de la plantilla y la estrategia de negociación con otros jugadores clave. Si los Cowboys hubieran pagado a Parsons más de 40 millones de dólares anuales, habrían tenido al defensor mejor pagado de la liga, al quarterback mejor pagado (Dak Prescott) y a uno de los receptores abiertos mejor pagados (CeeDee Lamb).

Además, se consideró que, aunque la presencia de Parsons en el campo era invaluable, su estilo de juego no siempre contribuía al éxito del equipo. El bajo rendimiento de Parsons en la defensa contra la carrera fue otro factor que influyó en la decisión.

A pesar de estos factores, los Cowboys se prepararon para la temporada 2025 con la idea de contar con Parsons. Sin embargo, la situación se intensificó cuando Parsons expresó públicamente su descontento a través de las redes sociales, exigiendo un traspaso.

Parsons criticó la falta de transparencia en las negociaciones y la narrativa creada en su contra. La respuesta de Jones y la aparente falta de apoyo por parte del equipo agravaron la situación.

En medio de esta tensión, Parsons continuó participando en las actividades del equipo, aunque su comportamiento durante los entrenamientos fue objeto de controversia. Su falta de compromiso y algunas actitudes extrañas generaron críticas dentro del equipo.

A pesar de estos problemas, se esperaba una solución. Sin embargo, la decisión de los Cowboys de traspasar a Parsons se mantuvo firme, y el equipo buscó un socio comercial.

Dos días antes del traspaso, los representantes de Parsons intentaron un último acercamiento, pero la respuesta de Jones fue que Parsons debería jugar con su opción de quinto año si quería permanecer en Dallas. Finalmente, los Packers se convirtieron en el equipo que logró el acuerdo.

El traspaso a Green Bay se concretó con un acuerdo que incluía dos selecciones de primera ronda y al tackle defensivo Kenny Clark, un jugador clave para los Cowboys. Parsons firmó un contrato de cuatro años y 188 millones de dólares con los Packers, convirtiéndose en el jugador defensivo no quarterback mejor pagado de la historia de la NFL.

El traspaso fue criticado por algunos en la liga, quienes consideraron que los Cowboys no obtuvieron suficiente a cambio. Sin embargo, los Cowboys defendieron la decisión, argumentando que era necesaria para gestionar los recursos del equipo y mantener la flexibilidad salarial.

La salida de Parsons marca un punto de inflexión en la historia reciente de los Cowboys, un equipo que ahora debe afrontar el desafío de construir un nuevo equipo sin una de sus estrellas más brillantes.

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