En el emocionante ambiente del Target Center, con los Minnesota Timberwolves rugiendo en el último minuto del quinto juego, el entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr, retiró a Jimmy Butler y Draymond Green del partido, marcando el final de la temporada para el equipo.
Kerr, visiblemente emocionado, abrazó a sus estrellas y compartió unas palabras con cada uno de ellos antes de que los Warriors cayeran derrotados 121-110 en las semifinales de la Conferencia Oeste.
Sin la presencia de Stephen Curry, quien se encontraba lesionado, los Warriors no pudieron hacer frente a los Timberwolves, perdiendo cuatro juegos consecutivos después de ganar el primero.
Kerr reflexionó sobre la temporada y la posible diferencia que podría haber hecho Curry si hubiera estado en plena forma, mencionando que el equipo tenía posibilidades de llegar lejos. Destacó la importancia de la salud y el buen rendimiento en los momentos clave de los playoffs.
Los Warriors habían mostrado un excelente nivel de juego antes de la lesión de Curry, superando una dura serie de primera ronda contra los Rockets. Su confianza estaba en lo más alto.
Curry, por su parte, describió su lesión como un «golpe duro», considerando el buen desempeño del equipo y el potencial que tenían para avanzar en la competencia.
Green mantuvo su creencia en el equipo, afirmando la necesidad de realizar los ajustes necesarios para mejorar y tener mayores oportunidades de éxito.
La llegada de Butler a los Warriors el 8 de febrero marcó un punto de inflexión para el equipo. Antes de su debut, el equipo tenía un récord de 25-26, pero después, lograron un impresionante 23-8, mostrando una notable mejoría.
Durante ese período, los Warriors lideraron la eficiencia defensiva, se ubicaron terceros en puntos permitidos por juego y primeros en asistencias por juego.
Kerr atribuyó a Butler el cambio de rumbo de la temporada, destacando su impacto en el equipo. A pesar de luchar contra una enfermedad y las consecuencias de una caída en la primera ronda, Butler no puso excusas.
Kerr señaló que la ausencia de Curry, que proporciona espacio en la cancha, permitió a Minnesota enfocarse en la defensa individual contra los Warriors, dificultando el juego de Butler.
Butler expresó su confianza en el potencial del equipo para competir cuando estén todos saludables, anticipando una temporada completa y la preparación adecuada para alcanzar sus objetivos.
Kerr y Green coincidieron en su confianza en el gerente general Mike Dunleavy Jr. para tomar las decisiones correctas y mejorar la plantilla.
Kerr elogió el desempeño del equipo y el impacto de Butler en la temporada. Reconoció que, aunque tuvieron una oportunidad, las cosas no salieron como esperaban, y destacó el mérito de Minnesota.