Los superhéroes más grandes son aquellos con los que podemos identificarnos. Gastamos nuestro dinero y tiempo libre para verlos en acción, logrando lo que creíamos imposible. Pero los amamos aún más cuando muestran su lado vulnerable, sintiendo, llorando y amando las mismas cosas que nosotros. Demostrando que, sin importar sus logros, siguen siendo humanos con emociones.
Esa ha sido siempre la mayor cualidad de Lewis Hamilton.
El Campeón Humano
Lewis Hamilton, considerado el mejor piloto de Fórmula 1, reescribe récords en cada carrera y posee una fortuna estimada en 450 millones de dólares. Asiste a eventos como la Met Gala con atuendos futuristas, ha tenido relaciones con celebridades y produjo una película con Brad Pitt.
Recientemente, Hamilton compartió un momento íntimo en redes sociales: la pérdida de su bulldog Roscoe, quien falleció después de una batalla contra la neumonía. El piloto tuvo que tomar la difícil decisión de despedirse de su compañero de 12 años.
Tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y despedirme de Roscoe. Es una de las experiencias más dolorosas y siento una profunda conexión con todos los que han pasado por la pérdida de una mascota querida.
Lewis Hamilton
Esta vulnerabilidad es lo que conecta a Hamilton con sus seguidores. No es solo un campeón, sino también un ser humano que experimenta el dolor de la pérdida.
Hamilton, desde joven, destacó en el mundo del automovilismo. En 2007, con 22 años y en su primera temporada de F1, ya era ganador de carreras. En las conversaciones, Hamilton demuestra su humildad y cercanía, a pesar de su fama mundial.
Hamilton no duda en compartir sus experiencias personales, desde el racismo que sufrió en su infancia hasta la pérdida de sus mascotas. Coco, su otro perro, falleció en 2020. Roscoe, adoptado en 2013, fue testigo de seis títulos mundiales y 84 victorias de Hamilton, e incluso tuvo una cuenta de Instagram con 1.4 millones de seguidores y apareció en la película «F1».
La conexión de Hamilton con sus mascotas y su disposición a compartir su dolor, lo hacen aún más admirable. Nos recuerda que, incluso los héroes, tienen compañeros que les brindan amor incondicional.
