La Sorpresiva Salida de Micah Parsons de los Cowboys: Un Análisis Detallado
La sorprendente transferencia de Micah Parsons de los Dallas Cowboys a los Green Bay Packers ha sacudido el mundo del fútbol americano. Este movimiento, que se concretó tras una serie de tensiones y negociaciones fallidas, marca un punto de inflexión en la estrategia de los Cowboys y abre un nuevo capítulo en la carrera del talentoso jugador.
La reunión clave que desencadenó uno de los traspasos más impactantes de la NFL en la última década tuvo lugar a mediados de marzo en Texas. La agenda para el encuentro entre el propietario de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, y el dos veces All-Pro, Micah Parsons, sigue siendo objeto de debate. Según fuentes cercanas a Jones, Parsons solicitó la reunión, con el objetivo de discutir su contrato.
«Jerry y Micah se reunieron periódicamente en los últimos cuatro años para discutir asuntos de negocios y liderazgo», comentó una fuente, destacando que Parsons veía a Jones como un mentor. «Jerry disfrutaba de estas conversaciones con Micah. Pero la reunión de marzo no era eso, a pesar de que Micah dijera públicamente más tarde que era para discutir el liderazgo. Micah le dijo a Jerry: ‘Quiero venir y discutir dónde estamos’, refiriéndose a una extensión de contrato. Esa era la expectativa de Jerry».
Fuente cercana a Jerry Jones
Sin embargo, una fuente cercana a Parsons contradijo esta versión, afirmando que Jones citó a Parsons para una reunión de liderazgo, desviando la conversación hacia las negociaciones contractuales. Ambas partes reconocieron que la discusión derivó en la extensión del contrato. Durante una reunión de tres horas, Jones y Parsons abordaron cifras, años y dinero garantizado, con la expectativa de establecer un nuevo estándar para los cazadores de mariscales de campo. Parsons, con 52.5 capturas en su carrera, se posicionó como uno de los jugadores más destacados en sus primeras cuatro temporadas.
Después de la reunión, Parsons llamó al director de operaciones y copropietario de los Cowboys, Stephen Jones, para intentar obtener más dinero, iniciando una negociación que él mismo lideró. Stephen Jones, tras consultar con su padre, accedió a mejorar los términos. Aunque los detalles exactos no se han revelado, fuentes de los Cowboys aseguran que ofrecieron más dinero garantizado que los $136 millones que Parsons recibiría de Green Bay, aunque distribuidos en una extensión de cinco años en lugar de los cuatro años acordados por los Packers. La práctica de los Cowboys de negociar contratos sin la presencia de agentes, conocida como «hotboxing», fue un factor clave en esta situación.
En agosto, Jones reveló en un podcast que el agente de Parsons, David Mulugheta, había indicado que no era necesario enviar los términos, ya que ya tenían todo para negociar. La agencia de Parsons nunca llegó a ver los detalles finales del acuerdo que Jones afirmó haber alcanzado con Parsons en abril. La falta de negociación entre Jones y Mulugheta marcó un punto de inflexión en las conversaciones.
Con la situación de Parsons en un punto muerto, los Cowboys se prepararon para el draft de la NFL de 2025 a finales de abril. Aunque el futuro de Parsons no fue un tema de preocupación para los expertos, los Cowboys optaron por reforzar otras áreas. Sin embargo, la falta de un contrato para Parsons hizo que la aceptación de los términos por parte del jugador y su agente fuera menos probable, ya que el mercado de cazadores de mariscales de campo se había disparado.
La situación de Parsons se complicó aún más con las nuevas extensiones de contrato de jugadores como Maxx Crosby y Myles Garrett, lo que llevó a Parsons a creer que podría superar esos acuerdos. A medida que el mercado se elevaba, Jones consideró seriamente la posibilidad de que Parsons jugara con su opción de quinto año o fuera traspasado. La necesidad de equilibrar el coste de la plantilla influyó en la decisión de Dallas. Si los Cowboys hubieran pagado a Parsons más de $40 millones anuales, habrían tenido al defensor mejor pagado, al quarterback mejor pagado (Dak Prescott) y a uno de los receptores más caros (CeeDee Lamb).
La decisión de no pagar a Parsons facilitaría la negociación con otras estrellas del equipo, como Tyler Smith y DaRon Bland. Aunque la presencia de Parsons en el campo era insustituible, los Cowboys creían que sus habilidades a veces eran contraproducentes para el éxito del equipo. Según el FTN Football Almanac, Parsons se clasificó en el puesto 68 entre los cazadores de mariscales de campo en cuanto a tasa de detención contra la carrera y en el puesto 81 en cuanto a yardas por parada de carrera.
A pesar de las tensiones, los Cowboys se prepararon para la temporada 2025 con Parsons en el equipo. La creencia de los Jones en que el precio del traspaso debía ser dos selecciones de primera ronda y un jugador defensivo establecido se consolidó a una semana del traspaso.
En medio de la incertidumbre contractual, Parsons expresó su deseo de permanecer en Dallas. Sin embargo, las declaraciones de Jerry Jones sobre la durabilidad y disponibilidad de Parsons generaron tensiones. Las críticas de Parsons a la organización se intensificaron, y la situación llegó a un punto crítico.
En un momento crucial, Parsons publicó en la red social X una declaración de tres páginas detallando su descontento con los Cowboys, incluyendo su perspectiva sobre la reunión de marzo y la demanda de un traspaso. El comportamiento de Parsons durante el campo de entrenamiento, incluyendo la falta de participación en ciertos entrenamientos y su actitud en el campo, generó malestar en el equipo. A pesar de esto, Parsons continuó participando en reuniones y entrenamientos.
A pesar de las tensiones, hubo quienes esperaban una resolución. Sin embargo, Jerry Jones, en una entrevista, minimizó las posibilidades de un traspaso. Ante la creciente frustración, los Cowboys tomaron la decisión de buscar un socio para el traspaso.
Dos días antes de que Parsons se uniera a los Packers, sus representantes intentaron un último esfuerzo con los Cowboys, ofreciendo un acuerdo que mantuviera a Parsons en Dallas. Jones respondió que los Cowboys estaban preparando el traspaso y que Parsons tendría que jugar con su opción de quinto año si quería jugar en Dallas en 2025. Las negociaciones se aceleraron, y los Packers, tras obtener permiso para hablar con Mulugheta, presentaron su primera oferta formal a Parsons.
Green Bay ofreció dos selecciones de primera ronda y al tackle defensivo Kenny Clark a cambio de Parsons. El acuerdo con Clark, considerado una solución a largo plazo para Dallas, fue clave para el traspaso. La relación entre Mulugheta y los Packers facilitó las negociaciones contractuales. El acuerdo, que se concretó rápidamente, convirtió a Parsons en el jugador no mariscal de campo mejor pagado de la NFL, con un contrato de cuatro años y $188 millones, incluyendo $120 millones garantizados al momento de la firma y $136 millones en garantías totales.
El gerente general de los Packers, Brian Gutekunst, reconoció que el traspaso fue un movimiento arriesgado. El entrenador Matt LaFleur habló directamente con Parsons sobre su nueva asociación. Las opiniones sobre el acuerdo variaron, con críticas a la decisión de los Cowboys. Jerry Jones justificó el traspaso, argumentando la necesidad de asignar recursos de manera efectiva. Otros en la liga ofrecieron una perspectiva más conciliadora, destacando el impacto positivo en la flexibilidad del tope salarial y las negociaciones con otros jugadores clave.