El Descenso Anímico de Lewis Hamilton en Ferrari: ¿Fin de una Era?
La llegada de Lewis Hamilton a Ferrari generó una expectación sin precedentes. La presentación del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, junto a su nuevo compañero Charles Leclerc y el jefe del equipo, Frédéric Vasseur, en el O2 Arena de Londres, parecía el inicio de una nueva etapa dorada. Sin embargo, la realidad actual contrasta dramáticamente con aquel optimismo inicial.
El ambiente en Ferrari se sentía renovado. Hamilton, entusiasmado con su cambio desde Mercedes, y Leclerc, mostraban confianza en el nuevo monoplaza. Incluso, la camaradería entre ambos pilotos se manifestaba en partidas de ajedrez online. Pero, ¿qué ha pasado para que la euforia inicial se desvanezca tan rápidamente?
El rendimiento de Ferrari, que parecía prometedor, ha sido eclipsado por McLaren, que ha demostrado ser superior. La victoria de Hamilton en la carrera sprint de China y algunos podios de Leclerc son los únicos logros destacados en lo que va de temporada 2025, antes del parón de verano. Mientras tanto, Mercedes y Red Bull, a pesar de estar por detrás de Ferrari en la clasificación, han logrado victorias en Grandes Premios.
Lo más preocupante es la aparente desmotivación de Hamilton. Sus recientes declaraciones, como la de Budapest, donde se autodefinió como «absolutamente inútil», han encendido las alarmas. El piloto, con un contrato millonario, ha expresado dudas sobre su futuro en el equipo, lo que ha generado interrogantes sobre la confianza que Ferrari depositó en él.
Después de finalizar en el puesto 12 en el Gran Premio de Hungría, el ánimo de Hamilton no mejoró. Afirmó que «hay muchas cosas sucediendo en segundo plano… que no son buenas». Ante la proximidad del Gran Premio de Holanda, Hamilton solo pudo decir: «Espero volver, sí».

La situación de Leclerc, aunque con destellos de su talento, también refleja frustración. Sus mensajes por radio durante las carreras, criticando al equipo, son recurrentes. A pesar de su habilidad para obtener resultados, la falta de competitividad del coche ha generado un desgaste evidente.
El Gran Premio de Hungría fue un claro ejemplo de la situación actual. Los comentarios de Hamilton, tanto en televisión como después de la carrera, sugieren una pérdida de confianza y un posible deseo de abandonar. Toto Wolff, jefe de Mercedes, reconoció la transparencia emocional de Hamilton, atribuyéndola a su frustración personal.
Antes de la carrera de Bélgica, Hamilton se mostraba confiado. Sin embargo, después de que se revelaran documentos que el piloto había escrito para el equipo, resaltando las áreas de mejora, su rendimiento pareció decaer. El cambio de equipo y las diferencias en la forma de trabajo podrían ser factores, pero la magnitud de los logros de Hamilton exige un mayor rendimiento.
Vasseur, ha restado importancia a la situación, argumentando que Hamilton está frustrado, pero no desmotivado. Sin embargo, las interacciones entre Hamilton y su ingeniero de carrera, Riccardo Adami, sugieren una falta de entendimiento.
La visita de Hamilton a Mercedes antes del Gran Premio de Hungría, generó especulaciones, aunque se justificó como un encuentro con viejos colegas y un apoyo a Kimi Antonelli. Sin embargo, esta visita, seguida de comentarios desalentadores, sugiere una posible búsqueda de familiaridad con un entorno exitoso.
El optimismo del inicio de temporada ha dado paso a la incertidumbre. Hamilton aún tiene tiempo para revertir la situación, pero la duda principal es si él mismo cree que puede ganar con Ferrari.