Las Aces de Las Vegas Conquistan la WNBA: ¿Un Nuevo Capítulo de Tensión?
La temporada de la WNBA llegó a su fin con un nuevo campeón, marcando el tercer título en cuatro años para las Las Vegas Aces. Sin embargo, más allá del triunfo, la serie y toda la postemporada estuvieron marcadas por la tensión y las altas expectativas. Este ambiente podría intensificarse, ya que la liga enfrenta una de sus pretemporadas más desafiantes.
La WNBA ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, con récords en asistencia, audiencia, inversión y valor de franquicias. La gran interrogante es cómo estos logros se traducirán en cambios duraderos y transformadores, un tema crucial para la liga, las jugadoras y otras partes interesadas.
La WNBA y la Asociación de Jugadoras (WNBPA) están en medio de negociaciones para un nuevo acuerdo de negociación colectiva, y la posibilidad de una huelga laboral es latente. Además, el futuro de Cathy Engelbert como comisionada está en duda, después de que la estrella de las Minnesota Lynx, Napheesa Collier, criticara el liderazgo de la WNBA, calificándolo como «el peor del mundo» en una explosiva entrevista de salida. La liga también deberá abordar las preocupaciones sobre el arbitraje, que se intensificaron durante la postemporada.
Las negociaciones del convenio colectivo y las preocupaciones sobre el arbitraje son temas clave en este momento crucial para la liga.
¿Han Perdido Confianza los Dueños de la WNBA en Engelbert?
Una de las imágenes más impactantes de la temporada fue el abucheo masivo a Engelbert durante la presentación del trofeo de campeonato de las Aces en Phoenix. La pregunta que surge es si esta podría ser la última vez que vemos a Engelbert como comisionada de la WNBA.
«Una vez que tienes ese tipo de enfrentamiento con tus mejores jugadoras, es una espiral de muerte».
Ejecutivo de un equipo
Las tensiones se acumularon durante la temporada, con jugadoras y entrenadores expresando frustración por el arbitraje y la intensificación de las negociaciones del convenio colectivo. La situación se centró en Engelbert durante las semifinales.
El 26 de septiembre, la entrenadora de Minnesota, Cheryl Reeve, fue expulsada después de protestar una falta no pitada que lesionó a Collier. Reeve criticó el arbitraje de la liga y fue multada y suspendida por un partido. En su entrevista de salida, Collier denunció el liderazgo de la WNBA y reveló conversaciones privadas con Engelbert, donde supuestamente la comisionada minimizó la importancia de Caitlin Clark y elogiaba el acuerdo de derechos de medios de la liga.
Varias jugadoras de la WNBA respaldaron públicamente a Collier. En su discurso antes del Juego 1 de las Finales el 3 de octubre, Engelbert negó las declaraciones atribuidas a ella por Collier, pero reconoció la necesidad de mejorar si las jugadoras no se sienten valoradas.
Sin embargo, la comisionada representa principalmente a los dueños, no a las jugadoras, en negociaciones como las del convenio colectivo. Varios dueños expresaron su descontento con el liderazgo de Engelbert. Aunque un cambio de liderazgo parece improbable mientras continúan las negociaciones del convenio, Engelbert afirmó en las Finales que «nunca ha sido de las que se rinden».
La frustración con Engelbert se extiende a varios ámbitos: la falta de resolución de problemas como el arbitraje, decisiones comerciales cuestionables y su forma de interactuar. Algunos dueños creen que el mensaje de Engelbert no siempre se ha transmitido de manera efectiva, lo que podría haber dificultado las negociaciones.
El papel de Engelbert difiere del de otras ligas deportivas importantes, ya que también reporta al comisionado de la NBA, Adam Silver. Silver reconoció el fuerte crecimiento de la WNBA bajo el liderazgo de Engelbert, pero también admitió que la situación se ha vuelto demasiado personal.
Fuentes de la liga coinciden en que, si Engelbert quiere permanecer, debe reconstruir las relaciones y establecer confianza con las jugadoras. Las negociaciones del convenio colectivo representan su última oportunidad.
Las negociaciones del convenio colectivo podrían ser la clave para el futuro de Engelbert.
Negociaciones del Convenio Colectivo: ¿Un Punto de Inflexión?
Los desacuerdos y la agitación en la WNBA parecen estar relacionados con las negociaciones del convenio colectivo. El último acuerdo se firmó en enero de 2020, cuando Engelbert llevaba siete meses en el cargo. En ese momento, la estrella actual de la liga, Caitlin Clark, era estudiante de secundaria. Ahora, casi seis años después, la liga y el sindicato de jugadoras deben firmar un nuevo convenio para la temporada 2026. La fecha límite actual es el 31 de octubre, pero se espera una extensión.
Chelsea Gray, de Las Vegas, señaló que las negociaciones «no están donde queríamos y esperábamos que estuvieran en este momento. Es cuota de mercado, son salarios, es seguridad de las jugadoras, es todo».
Uno de los principales puntos de conflicto parece ser el reparto de ingresos y si el porcentaje de las jugadoras se mantendrá constante o aumentará durante el próximo convenio. Brianna Turner, de las Fever, destaca la importancia de garantizar vuelos chárter y el pago de alojamiento para las jugadoras en el nuevo convenio. También sugiere que podría ser necesario aumentar el tamaño de las plantillas.
Una fuente de la liga sugirió que los dueños con y sin afiliación a equipos de la NBA podrían tener prioridades diferentes en las negociaciones. Los jugadores sienten que han escuchado declaraciones similares durante demasiado tiempo.
«No hay crecimiento sin las jugadoras. Entonces, ¿por qué no llegar a un acuerdo con el que las jugadoras estén contentas?»
Chelsea Gray
Crisis de Arbitraje en la WNBA: ¿Un Problema Profundo?
El entrenador Nate Tibbetts criticó el arbitraje tras la derrota de Phoenix Mercury en el Juego 4 de las Finales. Tibbetts fue sancionado con dos faltas técnicas, convirtiéndose en el primer entrenador expulsado en las Finales de la WNBA. Dos de sus jugadoras también recibieron faltas técnicas.
Los comentarios de Tibbetts reflejan una temporada marcada por quejas y controversias sobre el arbitraje. Jugadoras, entrenadores y ejecutivos han señalado la falta de consistencia y el nivel de juego físico permitido.
Un ejecutivo del equipo señaló que los problemas tienen raíces más profundas, como la falta de recursos en los estadios y la ausencia de un centro de repeticiones. También sugirió la necesidad de un informe de los dos últimos minutos, como en la NBA, para aumentar la transparencia.
Una fuente de la liga afirmó que no ha habido un aumento significativo en el juego físico, y que los árbitros permiten que los equipos establezcan el nivel de juego. Sin embargo, otra fuente sugirió que la liga se asemeja a la NBA de los años 80 y 90, donde se tuvieron que implementar cambios para controlar el juego físico.
También se pide más recursos para la formación de los árbitros. Un ejecutivo del equipo declaró que «no son lo suficientemente buenos» y que necesitan mejorar, lo que requiere educación y formación. Los árbitros tienden a elegir la NBA por motivos económicos.
Una fuente de la liga explicó que un proceso de evaluación en tres etapas determina a los árbitros. La WNBA no castiga a los árbitros por un error individual, sino que evalúa su desempeño a lo largo de la temporada.