En una noche vibrante en Phoenix, el equipo de Las Vegas Aces se coronó campeón de la WNBA 2025, derrotando a las Phoenix Mercury con un marcador de 97-86. Este triunfo selló un dominio absoluto, culminando las Finales con un contundente 4-0.
El momento cumbre llegó cuando Jackie Young, con el balón en sus manos, y Chelsea Gray corrieron hacia A’ja Wilson para celebrar. La pizarra oficializó el triunfo y Young lanzó el balón al aire, marcando el inicio de la celebración.
Un Legado Forjado en el Triunfo
Este campeonato representa el tercer título de las Aces en los últimos cuatro años, un logro que las sitúa en la historia de la liga. Solo los Houston Comets, en las primeras cuatro temporadas de la WNBA, lograron una hazaña similar. El equipo, liderado por Wilson, Young y Gray, ha demostrado una consistencia y un espíritu de equipo excepcionales.
Tenemos a la mejor jugadora del mundo en A’ja Wilson y Jackie Young, la mejor escolta de la liga. Todas las que entran son importantes. Somos campeonas.
Chelsea Gray
La base de esta dinastía moderna se plantó en 2018, cuando la franquicia se trasladó a Las Vegas, contratando a Bill Laimbeer como entrenador y presidente de operaciones de baloncesto. La llegada de Wilson, seleccionada como número uno del draft, marcó el inicio de una era dorada.
La incorporación de Jackie Young en 2019 y la llegada de Chelsea Gray en 2021, completaron el trío dinámico que ha liderado a las Aces. Laimbeer destacó la importancia de que el equipo entendiera el significado de ganar y la lealtad entre sus integrantes.
La temporada 2021 fue crucial para el equipo, con la llegada de Mark Davis como propietario y la posterior incorporación de Becky Hammon como entrenadora. Hammon ha sido fundamental en el desarrollo del equipo.
En las semifinales de 2025, Gray demostró su capacidad para anotar en momentos críticos, asegurando el pase a las Finales con tiros cruciales contra el Indiana Fever. Su desempeño en los playoffs demostró su valor, a pesar de un estilo de juego modificado debido a lesiones.
Jackie Young también tuvo un papel destacado, especialmente en el Juego 2 de las Finales, donde anotó 21 puntos en un solo cuarto. Su capacidad para anotar en rachas le valió el apodo de «Jackie Time» en su ciudad natal.
La relación entre Wilson y Young, forjada tanto dentro como fuera de la cancha, ha sido clave para el éxito del equipo. Laimbeer les instó a valorarse mutuamente, y su conexión se ha traducido en una química excepcional en la cancha.
A’ja Wilson, por su parte, consolidó su leyenda con actuaciones decisivas, incluyendo un tiro ganador en las semifinales. Su liderazgo y desempeño la han posicionado entre las leyendas del baloncesto, logrando hitos individuales como el título de anotación, MVP, Jugadora Defensiva del Año y MVP de las Finales en la misma temporada.
La celebración posterior al partido fue un reflejo de la unión y la alegría del equipo, con Gray, Wilson y Young liderando los festejos. Hammon expresó su orgullo por entrenar a este trío estelar, destacando la inversión en su grandeza.
El futuro de Gray, Wilson y Young como agentes libres es incierto, pero su legado ya está asegurado. Su éxito se basa en la grandeza que han construido juntos.
