Caos en el US Open: Aficionados Abuchean por Retraso en el Acceso al Estadio
Nueva York – La final del US Open entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se vio empañada por un retraso que generó frustración y abucheos entre los aficionados. La espera para ingresar al estadio Arthur Ashe se prolongó, provocando que los presentes expresaran su descontento con cánticos de «¡Déjenos entrar!».
La situación se originó debido a las medidas de seguridad adicionales implementadas por la presencia del expresidente Donald Trump, quien asistió al partido desde un palco.
El inicio del encuentro se pospuso media hora, comenzando a las 2:30 p.m. EDT en lugar de la hora programada originalmente.
Sin embargo, miles de fanáticos aún se encontraban lejos de las puertas del estadio cuando el juego finalmente comenzó.
Algunos asistentes afirmaron no haber sido informados sobre la posibilidad de una espera prolongada al llegar al Centro Nacional de Tenis Billie Jean King. Después de pasar los controles de seguridad iniciales para acceder al recinto, se encontraron con una segunda revisión frente a las escaleras de acceso al estadio Ashe, con capacidad para casi 24,000 espectadores.
«Reconocemos que las medidas de seguridad reforzadas para la visita del presidente al US Open pueden haber contribuido a los retrasos para los asistentes», declaró el Servicio Secreto en un comunicado. «Agradecemos sinceramente a cada aficionado su paciencia y comprensión. Proteger al presidente requirió un esfuerzo exhaustivo, y estamos agradecidos a la comunidad tenística estadounidense y a nuestros socios de seguridad pública de Nueva York por su esencial colaboración y apoyo».
Servicio Secreto
Una señal en la pantalla gigante sobre la entrada al estadio Ashe informó a los fanáticos que el partido se retrasaba a las 2:30 debido a las «medidas de seguridad en vigor», pero algunos afirmaron que esa fue la primera vez que se enteraron.
Diana Diaz, quien viajó desde Florida con su prometido Derrick Cutler, y también asistió a la final femenina el sábado, donde no hubo espera, comentó: «En un avión, cuando hay un retraso, recibes notificaciones».
Mientras esperaban en la fila, comieron helado para pasar el tiempo, mientras que los aficionados preguntaban qué estaba causando tal demora.
«Esto no es un retraso. Esto es otra cosa», dijo Diaz.
El portavoz de la USTA, Brendan McIntyre, informó que se enviaron correos electrónicos a los poseedores de boletos el viernes, sábado y domingo, y se envió un mensaje a la aplicación del US Open a las 9 a.m. del domingo.
Sin embargo, muchos fanáticos no recibieron la información, con miles aún atrapados en una fila que se extendía hasta las canchas de práctica cerca de una entrada cuando el juego estaba a punto de comenzar. Durante la transmisión del partido por televisión, el comentarista Chris Fowler señaló que parecía que los fanáticos «no fueron informados adecuadamente para que se prepararan para esto».
De hecho, algunos de los primeros en llegar, como de costumbre, fueron a las tiendas y puestos de comida alrededor del recinto después de llegar a Flushing Meadows. Una aficionada dijo que habría evitado eso y se habría ido directamente a la fila para Ashe si hubiera sabido cuánto tiempo tomaría.
El partido se mostró en una de las pantallas gigantes sobre la entrada para que los fanáticos pudieran verlo mientras esperaban, mientras que otra mostraba algunas de las estadísticas del partido.
