En el mundo del tenis, donde la herencia familiar a menudo traza el camino, la relación entre padres e hijos en la cancha es un tema fascinante. Para algunos jóvenes tenistas, vencer a sus padres, quienes también fueron jugadores, se convierte en un rito de iniciación. Sin embargo, esta situación no siempre se da, y algunos prefieren evitar el enfrentamiento directo.
El Desafío Familiar en el Tenis
Ben Shelton, entrenado por su padre, el ex profesional Bryan Shelton, anhelaba medirse contra él. Sin embargo, su padre siempre se negó a jugar, creyendo aún en su capacidad para vencer a su hijo.
Mi padre nunca me dejó jugar contra él. Probablemente aún cree que puede vencerme.
Ben Shelton

Casper Ruud, hijo de Christian Ruud, un ex top 40, recuerda sus primeros enfrentamientos con su padre. Las apuestas y la competitividad eran elementos constantes, con Ruud ganando gradualmente, marcando un punto de inflexión en su carrera.
Su curva iba en descenso y la mía en ascenso. En algún momento, nuestros caminos se cruzarían, y físicamente, él ya no estaba donde estaba como jugador. Era solo cuestión de tiempo, supongo.
Casper Ruud
Maria Sakkari, hija de Angeliki Kanellopoulou, también jugadora profesional, valora más la comprensión de su madre sobre su carrera que la competencia directa. Para ella, el apoyo y los consejos de su madre son fundamentales para mantener un equilibrio familiar.

Denis Shapovalov, entrenado por su madre, Tessa Shapovalova, nunca llegó a jugar partidos oficiales contra ella, aunque sí disfrutaron de momentos de juego informales. Para él, la influencia y el apoyo de su madre fueron cruciales.
Seb Korda, hijo de Petr Korda, campeón del Abierto de Australia, aún no ha logrado vencer a sus padres. Para él, la admiración y el respeto hacia su padre son más importantes que la victoria en la cancha.
Jack Draper, cuyo padre, Roger Draper, fue un jugador decente, logró vencer a su padre alrededor de los 12 o 13 años. Para Draper, el ambiente competitivo familiar fue clave para su desarrollo.

Taylor Fritz, con una madre que estuvo entre las 10 mejores del mundo, recuerda haber comenzado a vencerla alrededor de los 14 años. Para él, superar el ranking de su madre fue un logro significativo.