PARÍS – Novak Djokovic superó un encuentro desafiante en el Abierto de Francia, enfrentando un problema físico y un rival determinado.
Djokovic, lidiando con una ampolla en el dedo gordo del pie izquierdo que requirió asistencia médica en el tercer set, estuvo a un punto de ir a un cuarto set antes de asegurar la victoria sobre Corentin Moutet con un marcador de 6-3, 6-2, 7-6 (1).
“Con él, cualquier cosa es posible. Pero logré encontrar los tiros correctos para mantenerme en el partido”, comentó Djokovic.
Novak Djokovic
Este triunfo marca la vigésima vez que Djokovic alcanza la tercera ronda en Roland-Garros, un récord sin precedentes, superando incluso a Rafael Nadal.
Con dos victorias más, Djokovic avanzará a los cuartos de final del torneo por decimosexto año consecutivo. En 2024, se retiró antes de esa ronda tras sufrir una lesión en la rodilla.
Djokovic ha conquistado tres de sus 24 títulos de Grand Slam en París, un logro sin igual en el tenis masculino.
En el enfrentamiento contra Moutet, tenista zurdo y representante de Francia, Djokovic cedió el primer juego en la cancha Suzanne-Lenglen, ante la euforia del público. Sin embargo, rápidamente retomó el control del partido. El desafío surgió en el tercer set, con el marcador igualado a 2.
Djokovic, tras un paseo en bicicleta por París el miércoles por la noche, resintió una jugada y solicitó asistencia médica. El entrenador trató y vendó el dedo afectado.

Moutet, posteriormente, se mostró desafiante hacia su equipo tras romper el servicio y liderar 4-2 en el tercer set. Djokovic respondió, pero enfrentó otro momento crítico al perder 6-5 y encarar un punto de set, mientras el público coreaba el apellido de Moutet.
Moutet falló un tiro de revés, y en el desempate, Djokovic demostró su superioridad.
Esta temporada, Djokovic ha experimentado desafíos, incluyendo rachas de derrotas. Sin embargo, logró romper su racha negativa al ganar su título número 100 en el Abierto de Ginebra, antes de llegar a Roland-Garros.
“Antes del torneo de la semana pasada en Ginebra, no me sentía confiado en mi juego. Es normal sentirse así, porque no había ganado suficientes partidos. Soy como cualquier otro jugador en ese aspecto. He tenido que trabajar duro para ganar”, explicó Djokovic.
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