San Diego Wave en el ojo del huracán legal: Los dueños demandan a Jill Ellis
El equipo de fútbol femenino San Diego Wave se encuentra en medio de una disputa legal. Los propietarios, Lauren Leichtman y Arthur Levine, han presentado una demanda contra la expresidenta del equipo, Jill Ellis.
La demanda alega que Ellis engañó a los dueños prometiendo permanecer en el equipo después de la venta, para luego renunciar dos días después de que se completara el acuerdo. Los demandantes, a través de su empresa, buscan una indemnización por daños no especificados y solicitan un juicio con jurado.
El abogado de Ellis ha calificado la demanda como «infundada», argumentando que es una represalia por la solicitud de Ellis de recibir su compensación diferida.
Esta demanda sin fundamento es una represalia contra Jill Ellis por pedir a los actuales propietarios del San Diego Wave FC que paguen la compensación diferida que se le debe en virtud de su contrato de trabajo y las leyes laborales de California.
Douglas Silverstein, abogado de Jill Ellis
Leichtman y Levine adquirieron el Wave en 2024 en una venta que valoró al equipo entre 113 y 120 millones de dólares.
En la demanda, los propietarios afirman que Ellis fue un factor crucial en su decisión de comprar el club, confiando en sus promesas de liderar el equipo durante muchos años. Con Ellis como presidenta, el Wave se convirtió en el primer equipo de la NWSL en llegar a los playoffs en su temporada de expansión (2022) y ganó el NWSL Shield al año siguiente.
Según la demanda, Ellis renunció a su cargo dos días después de la finalización de la venta del equipo en octubre de 2024, para asumir un puesto en la FIFA.

La demanda alega que las promesas de Ellis eran falsas, ya que tenía la intención de unirse a la FIFA. Los demandantes sostienen que el enfoque de Ellis en las negociaciones con la FIFA afectó el rendimiento del equipo en 2024, resultando en un décimo puesto y pérdidas de ingresos.
La demanda menciona a otros demandados no identificados que supuestamente participaron en las promesas falsas que llevaron a la compra del equipo.
Esta es la tercera acción legal relacionada con el Wave y el mandato de Ellis.
El equipo ha declarado que el enfoque del club sigue siendo sus jugadoras, aficionados y la comunidad, mientras construyen un futuro emocionante para el fútbol femenino en San Diego.