Springboks Rompen la Maldición en Dublín con una Victoria Épica
En un encuentro que quedará grabado en la memoria de los aficionados, los Springboks de Sudáfrica se impusieron a Irlanda con un marcador de 23-14 en Dublín, marcando su primera victoria en la ciudad desde 2012 y consolidando su posición como el mejor equipo del mundo.
El partido fue una auténtica locura, un caos total. Irlanda sufrió cuatro tarjetas en la primera mitad, llegando a jugar con 12 hombres en un momento dado. Además, momentos de brillantez se mezclaron con acciones de juego descontroladas, pero por encima de todo, los Springboks demostraron una vez más su superioridad.
En el pasado reciente, Irlanda había dominado los enfrentamientos contra los Springboks, ganando cuatro de sus últimos cinco encuentros. La expectativa de los irlandeses era alta, pero lo que ocurrió en la primera mitad fue asombroso.
La atmósfera en el Aviva Stadium era electrizante, con humo en el aire y una emotiva interpretación del himno «Zombie» de The Cranberries antes del inicio. La canción, que resonó en París tras la victoria de Irlanda en la fase de grupos del Mundial, buscaba inspirar a los irlandeses y revivir recuerdos de esa gesta.
Desde el principio, se percibía que el juego estaría cargado de emociones. Irlanda, con una sonrisa en el rostro de Caelan Doris, parecía lista para dejar su huella. Damian Willemse anotó un try espectacular a los cuatro minutos. Sacha Feinberg-Mngomezulu evitó una tarjeta amarilla por un placaje alto sobre Tommy O’Brien. Irlanda luchaba por descifrar la defensa sudafricana y hacer frente a su físico.
- Irlanda 13-24 Sudáfrica: Los Springboks terminan con la sequía en Dublín.
- Inglaterra vs. Argentina: Fraser Dingwall lesionado, Max Ojomoh titular.
- Malcom Marx gana el premio al Jugador Mundial de Rugby del Año.
Un breve resumen: Tadhg Beirne vio su try anulado por juego ilegal. Cobus Reinach anotó otro try, y Dan Sheehan respondió. La situación empeoró para Irlanda cuando Jack Crowley fue amonestado por una acción imprudente. Los Springboks presionaron la línea irlandesa, y el marcador parcial al descanso reflejaba su dominio.
La segunda mitad vio a Irlanda sumar algunos penales y resistir el ataque de los Springboks, pero Feinberg-Mngomezulu amplió la ventaja. Con 20 minutos restantes, los Springboks continuaron dominando, buscando desgastar a Irlanda.
En los minutos finales, Irlanda intentó acercarse en el marcador, pero se vio superada. Fue un partido frenético, una demostración de fuerza física sin precedentes por parte de los Springboks. El entrenador Erasmus había puesto presión adicional en su equipo, considerando este partido como definitorio para la temporada.
La presión no afectó a los Springboks, con un destacado Malcolm Marx y Feinberg-Mngomezulu superando algunos momentos difíciles. El equipo demostró su cohesión y superioridad.
Irlanda mostró carácter al mantenerse en la pelea, pero su falta de disciplina, con 18 penales en contra, les costó caro. A pesar de jugar gran parte del partido en desventaja numérica, carecieron de la compostura necesaria y fueron superados en el juego de fuerza. Al final del encuentro, la victoria fue para Sudáfrica, un enfrentamiento que quedará en la memoria por su intensidad física y la histórica victoria de los Springboks en Dublín.
