Melbourne fue testigo de un encuentro de prueba increíble, definido por el irlandés Hugo Keenan, asestando un nuevo golpe al corazón del rugby australiano.
Los British and Irish Lions aseguraron su primera victoria en la serie desde 2013, superando a los Wallabies con un marcador de 29-26 frente a 90,307 espectadores en el MCG. Los Lions remontaron un déficit de 23-5 en la primera mitad.
La afición australiana recordará esta noche con dolor, mientras que para los seguidores de rojo fue un momento de éxtasis. Keenan selló la victoria con un ensayo en los últimos segundos, tras una jugada de 12 fases.
La emoción continuó con la revisión de los oficiales por un posible contacto ilegal en la cabeza del suplente de los Wallabies, Carlo Tizzano. Sin embargo, el árbitro italiano Andrea Piardi mantuvo la calma y decidió que la acción de Jac Morgan fue legal.

El marcador final fue 29-26, con la serie definida.
Para Australia, el resultado fue aún más doloroso que la polémica decisión de la Bledisloe Cup de 2022. El entrenador de los Wallabies, Joe Schmidt, presente en el MCG, expresó su opinión sobre la jugada:
No se puede golpear a alguien por encima del nivel de los hombros y sin agarre con el brazo izquierdo, la mano en el suelo, eso es lo que hemos visto y hemos revisado varias repeticiones desde diferentes ángulos. Y así es como es, simplemente tenemos que aceptarlo.
Joe Schmidt
A pesar del drama final, el partido estuvo a la altura de la ocasión y de la gran multitud presente en el estadio. Los aficionados, tanto de rojo como de oro, disfrutaron de un emocionante encuentro.
El resultado final fue un duro golpe para los Wallabies, que habían logrado una ventaja de 23-5, pero no pudieron mantenerla. Australia solo pudo sumar tres puntos más desde el minuto 29, con dos conversiones fallidas de Tom Lynagh.
En su segundo partido como titular, el número 10 de los Wallabies tuvo una noche difícil, destacada por un knock-on que permitió a los Lions volver al juego. Los Lions, con determinación y ejecución, superaron a los Wallabies con cinco ensayos contra tres.
El capitán de los Lions, Maro Itoje, fue el hombre del partido, con 20 placajes y una importante penalización en la segunda mitad. Fue apoyado por Tadhg Beirne y Jack Conan.

Los suplentes de los Lions también tuvieron un gran desempeño, dominando el scrum en la segunda mitad. El equipo de Andy Farrell se hizo más dominante a medida que avanzaba el partido.
Huw Jones, Bundee Aki, Tommy Freeman y Keenan tuvieron momentos destacados, mientras que Joseph-Aukuso Suaalii y Len Ikitau de los Wallabies fueron expuestos defensivamente. El error de Ikitau en el placaje a James Lowe, que permitió a Beirne anotar el cuarto ensayo de los Lions, fue crucial.
En la primera mitad, los Wallabies comenzaron con fuerza, logrando una ventaja de 6-0 gracias a los patadas de Lynagh. Los Lions respondieron con un ensayo de Dan Sheehan, seguido por una rápida reacción de los Wallabies.
Slipper anotó un ensayo, seguido por Jake Gordon y Tom Wright, llevando a los aficionados del MCG a la euforia. Sin embargo, un error de Lynagh cambió el rumbo del partido, permitiendo a los Lions atacar.

Tom Curry redujo la diferencia para los Lions, seguido por un ensayo de Huw Jones. Los Lions anotaron dos ensayos más en la segunda mitad, mientras que Australia solo logró un penalti de Lynagh.

La serie se traslada a Sídney, donde Australia jugará por el orgullo y para ganar impulso para el Rugby Championship. Los Lions buscarán completar la barrida y añadir más dolor al rugby australiano.
Los Wallabies reflejaron la decepción de la afición en el MCG. Aunque tuvieron un buen inicio, no pudieron mantener la ventaja. Los Lions, con su victoria tardía y dramática, sellaron el destino de los Wallabies y del rugby australiano.
Los aficionados de los Lions celebraron, mientras que Itoje, Farrell y el resto del equipo de los Lions han escrito su nombre en la historia del rugby.