Inglaterra Resurge: Victoria Histórica sobre los All Blacks en Twickenham
En una tarde gris en Twickenham, Inglaterra iluminó el campo con una actuación para la historia, demostrando carácter, precisión y una inmensa confianza en sí mismos al vencer a los All Blacks con un marcador de 33-19. La victoria marca un hito, deteniendo a los All Blacks en seco y consolidando una racha de diez victorias consecutivas para los ingleses.
La tensión se mantuvo hasta el minuto 76, cuando Tom Roebuck aseguró la victoria con su try, estableciendo una ventaja de 14 puntos que selló el triunfo. El partido fue un despliegue de energía emocional y física, donde Inglaterra demostró ser una fuerza en crecimiento.
A pesar de empezar con una desventaja de 12-0 en los primeros 18 minutos, Inglaterra no perdió la concentración. Con tries de Ollie Lawrence, Sam Underhill, Fraser Dingwall y el decisivo Roebuck, el equipo deleitó a la afición de Twickenham. Las celebraciones al final del partido fueron una mezcla de alegría y agotamiento, un reflejo de la ardua batalla.

Esta victoria coloca a Inglaterra como el noveno equipo en la historia en derrotar a los All Blacks. El encuentro fue un verdadero test de la capacidad de Inglaterra, con errores poco característicos, pero que demostraron la calidad del juego.
Inglaterra demostró resiliencia al recuperarse de la desventaja inicial. Ford brilló con su juego, Underhill mostró una increíble ética de trabajo, y los centros exhibieron habilidades organizativas. El liderazgo de Maro Itoje y la fuerza del banquillo fueron cruciales, junto con una variedad de estrategias ofensivas que pusieron a los All Blacks bajo presión.

La victoria es un paso importante hacia la construcción de confianza y el impulso necesario para aspirar a títulos en el futuro. Es la victoria más significativa desde 2019, cuando Inglaterra venció a los All Blacks en la semifinal de la Copa del Mundo.
La respuesta de Inglaterra a la haka fue notable, recordando la formación en «v» de hace seis años. La victoria sobre los All Blacks es un logro raro para Inglaterra, un triunfo que perdura en la memoria.

El partido fue una prueba del progreso bajo la dirección de Steve Borthwick. Ford fue excepcional, y sus dos drop-goals antes del descanso redujeron la ventaja de los All Blacks, preparando el camino para la victoria.
A pesar de algunos errores, como la pérdida de tres lineouts en la primera mitad, Inglaterra mantuvo la calma. Los errores de los All Blacks, incluyendo penales fallados y falta de precisión, contribuyeron a la victoria inglesa.

La entrada de jugadores desde el banquillo en el minuto 51 dio un nuevo impulso a Inglaterra, que resistió el intento de remontada de los All Blacks. El scrum inglés dominó, y fueron ellos quienes controlaron el partido.
Nueva Zelanda, que buscaba un Grand Slam en su gira por el hemisferio norte, se vio superada por un equipo inglés que jugó con mayor intensidad, físico y precisión. Esta victoria marca un hito para Inglaterra, poniendo fin a una espera de 13 años por una victoria sobre los All Blacks en Twickenham. La victoria es un logro de todo el equipo, desde el número 1 hasta el 23, y es una prueba de su progreso.







