Se avecina una tormenta perfecta para las Red Roses, a medida que se acerca la Copa Mundial Femenina de Rugby.
Tres años después de su dolorosa derrota ante Nueva Zelanda en la final de 2022, la única derrota en sus últimos 60 partidos, Inglaterra tiene un torneo en casa que les permitirá recorrer el país, mostrando el rugby femenino y finalmente conseguir el único trofeo que ha eludido a la gran mayoría del equipo.
El entrenador John Mitchell, que asumió el cargo en 2023, ha dicho que el resultado no lo definirá a él ni a las jugadoras. Si bien eso puede ser cierto, la presión y las expectativas sobre su equipo son significativas: son, con diferencia, el equipo con mejor forma y recursos del planeta.
Puede que se hayan derrumbado bajo la presión hace cuatro años, pero ahora Inglaterra tiene la oportunidad de redimirse.
Listas de equipos, calendario y clasificaciones de la Copa Mundial Femenina de Rugby 2025
Ellie Kildunne quiere emular el impacto de Chloe Kelly
Comodidades del hogar
Una Copa del Mundo en casa trae consigo desafíos únicos. Si bien las jugadoras se verán impulsadas por el apoyo de los aficionados, habrá mayores exigencias de los medios de comunicación, los aficionados y las familias, así como mayores expectativas de rendimiento.
Las comodidades del hogar estarán cerca, pero con un apretado calendario de viajes, los hoteles y el autobús del equipo seguirán siendo la norma. Las Red Roses comenzarán el torneo en Sunderland el 22 de agosto contra Estados Unidos, antes de dirigirse a Northampton, donde se enfrentarán a Samoa, y luego a la costa sur para su último partido de grupo contra Australia en Brighton.
Mitchell, que ha buscado consejo de una amplia gama de asesores de confianza en el período previo al torneo, da la bienvenida al gran recorrido.
Ben Youngs, que jugó a las órdenes del entonces asistente de los hombres de Inglaterra Mitchell en la Copa del Mundo de 2019, cuando llegaron a la final, dijo que los mejores torneos eran aquellos en los que no estaban encerrados en una «cárcel de alto rendimiento».
«Cuanto mayor me hago como entrenador y estando en el rugby de alto rendimiento, me canso de los hoteles y cosas así. Todos preferimos nuestras propias casas, ¿no?», dijo Mitchell a los medios antes del torneo.
John Mitchell
«La forma en que comenzó la discusión fue que, aunque World Rugby es el dueño del torneo y hay muchas limitaciones por eso, porque así es como crean la igualdad, ¿cómo obtenemos una ventaja en su Copa del Mundo en casa?
«Él [Youngs] dijo que en cuatro Copas del Mundo disfrutó de las Copas del Mundo en las que no se sentía como una cárcel de alto rendimiento y creo que esa pequeña pepita fue probablemente la clave de nuestros diseños».
Mitchell mezcló las cosas para el grupo con un campamento en Italia antes de los partidos de preparación contra España y Francia. Durante el torneo, las jugadoras tendrán un día libre cada semana en el que podrán alejarse de los rigores del torneo.
El ruido alrededor del equipo se hará más fuerte a medida que avance la campaña. Dar a las jugadoras la oportunidad de escapar de la burbuja podría ser crucial para su éxito.
Escalando el Everest
La montañista Jo Bradshaw fue invitada a dirigirse al grupo antes del torneo en un intento de proporcionar una voz fresca para las jugadoras. En marzo, Bradshaw completó las «Siete Cumbres»: escalando las montañas más altas de cada continente, recaudando dinero para la caridad.
Entre las diversas historias inspiradoras, hubo un mensaje que resonó particularmente en Mitchell.
«Ella simplemente habló [de cómo] la mayoría de la gente piensa que puedes conquistar el Everest simplemente escalándolo inmediatamente», dijo Mitchell.
«Lo único que aprendimos de Jo Bradshaw es que tu tiempo tiene que ser el correcto antes de escalar. Ni siquiera nos hemos ganado ese derecho todavía, así que tenemos que ganárnoslo en la fase de grupos».
Sin embargo, no hay duda de que el momento de Inglaterra tiene que ser ahora.
Ya están instaladas en el campamento base y están listas para el empuje final a la cima.
Para la clase de 2025, la escalada será mental y física. Las cicatrices de 2022 permanecen, pero el equipo está aceptando la expectativa y la oportunidad de transformar la popularidad y la percepción del rugby femenino en Inglaterra y finalmente levantar la Copa del Mundo.
Emulando a las Leonas
Tan pronto como el torneo se enfocó a principios de año, se establecieron comparaciones entre las Red Roses y las Leonas, que ganaron el Campeonato de Europa en casa en 2022.
Continuaron repitiendo sus hazañas este año al defender su corona de la Eurocopa en Suiza.
Ambas victorias fueron seguidas por un aumento abrumador en el apoyo al equipo nacional y al fútbol femenino en todo el país. El éxito del equipo de Serina Wiegman solo ha aumentado la esperanza en la comunidad del rugby de que el deporte podría tener su propio momento de las Leonas que impulse a las Red Roses a la corriente principal.
Las jugadoras están aceptando la idea, no rehuyendo de ella.
«Es increíble [cómo] puedes ver al país apoyándolas y eso es algo que queremos lograr», dijo la capitana Zoe Aldcroft.
«Empezamos en Sunderland y nos abrimos camino por todo el país para dar acceso a toda Inglaterra, no solo al sur, lo cual es algo súper importante».
La distribución de los partidos por todos los rincones del país no es casualidad. Fue planeado por World Rugby con la idea de que nadie estuviera a más de un par de horas de un partido.
Los partidos también se emitirán en televisión en abierto, ya que los organizadores buscan maximizar el alcance de lo que ellos, y las Red Roses, esperan que sea un evento monumental.
