MINNEAPOLIS – En un encuentro electrizante en el U.S. Bank Stadium, el esquinero de los Minnesota Vikings, Isaiah Rodgers, protagonizó una actuación defensiva sin precedentes, dejando una huella imborrable en la historia de la NFL.
Durante el tiempo de descanso, Rodgers fue el centro de atención, visiblemente exhausto tras un despliegue defensivo asombroso.
Rodgers se convirtió en el primer jugador en la historia de la liga en lograr las siguientes hazañas en un solo partido:
- Retornar una intercepción para touchdown.
- Recuperar y retornar un balón suelto para touchdown.
- Forzar dos balones sueltos.
Esta impresionante exhibición ocurrió en la primera mitad del juego, contribuyendo significativamente a que los Vikings construyeran una ventaja de 34-3 sobre los Cincinnati Bengals.

Originalmente seleccionado en la sexta ronda del draft de 2020 por los Indianapolis Colts, Rodgers pasó tres temporadas como reserva antes de ser suspendido por violar la política de apuestas de la NFL en 2023.
En 2024, regresó como jugador a tiempo parcial con los Philadelphia Eagles, pero los Vikings lo convirtieron en una prioridad en la agencia libre, siguiendo la recomendación del coordinador defensivo Brian Flores, quien lo había observado en la Universidad de Massachusetts.
Flores creía que Rodgers encajaría bien en su esquema defensivo agresivo, y el jugador lo demostró en su tercera titularidad el domingo. Su dominio comenzó en el primer cuarto, cuando interceptó un pase de Jake Browning que había sido desviado por el safety Harrison Smith, y corrió 87 yardas para un touchdown.
En el segundo cuarto, Rodgers golpeó el balón de las manos del ala cerrada de los Bengals, Noah Fant, lo recuperó y corrió 66 yardas para su segundo touchdown. Poco antes de que terminara la primera mitad, Rodgers forzó un balón suelto al receptor de los Bengals, Ja’Marr Chase.
Entre estas jugadas, Rodgers evitó un touchdown al interrumpir la línea de visión del receptor de los Bengals, Tee Higgins, en una jugada en la zona de anotación.