Jim Harbaugh: De «Captain Comeback» a Leyenda de la NFL
El 4 de octubre de 1992 marcó un día agridulce en la carrera de Jim Harbaugh, un episodio que quedó grabado en la memoria de los aficionados al fútbol americano. En ese entonces, el mariscal de campo de los Chicago Bears, parecía tener un juego perfecto, pero una decisión en el campo cambió el rumbo del encuentro y la relación entre Harbaugh y su entrenador.
En el cuarto final del partido contra los Minnesota Vikings, con los Bears liderando 20-0, Harbaugh cambió una jugada dictada por su entrenador, Mike Ditka. Esta decisión derivó en una intercepción que condujo a un touchdown de los Vikings. La reacción de Ditka fue inmediata y furiosa, prohibiendo a Harbaugh realizar cambios de jugadas en el futuro.
“No voy a poner el futuro de 47 jugadores en manos de uno que cree saber más que yo.”
Mike Ditka
La temporada siguiente, Ditka fue despedido y Harbaugh fue liberado por los Bears, equipo que lo había reclutado en 1987. Ese día en Minnesota fue un reflejo de los altibajos que marcarían las 14 temporadas de Harbaugh en la NFL.
Aunque la mayor parte de su carrera fue un mariscal de campo promedio, conocido por su habilidad para correr con el balón y su tenacidad, hubo una temporada que lo catapultó a la élite. En 1995, con los Indianapolis Colts, Harbaugh brilló como uno de los mejores jugadores de la liga. Con 32 años, superó a leyendas como Dan Marino y Steve Young, liderando remontadas épicas que le ganaron el apodo de «Captain Comeback».
Ese año, Harbaugh finalizó cuarto en la votación para el Jugador Más Valioso y lideró la liga en índice de pasador. Aunque nunca repitió las alturas de 1995, sigue siendo una figura destacada en Indianápolis, donde fue incluido en el «Ring of Honor» en 2005.
“Fue como ser sumergido en aguas mágicas. Hubo momentos mágicos, se hizo magia. Como jugador, mi temporada favorita fue la del ’95.”
Jim Harbaugh
Treinta años después de aquella temporada mágica, Harbaugh, ahora entrenador de los Los Angeles Chargers, se enfrentará a su antiguo equipo, los Colts, en el SoFi Stadium.
Después de ser liberado por los Bears, Harbaugh firmó con los Colts antes de la temporada de 1994. En 1995, el mariscal de campo lideró a los Colts a un campeonato de la AFC, demostrando su capacidad para remontar partidos.
Harbaugh llegó a liderar a los Colts a una serie de victorias, incluyendo un triunfo sobre los Miami Dolphins, donde el equipo logró remontar un marcador adverso de 24-3. Su estilo de juego, caracterizado por su movilidad y su capacidad para encontrar receptores, inspiró a sus compañeros y les hizo creer en la posibilidad de competir.

El mariscal de campo mostró una personalidad diferente a la que se conocía en el pasado, los compañeros de equipo vieron dos caras de Harbaugh: una más cercana al hombre que es hoy, y otra más callada y reservada.
Los Colts terminaron la temporada de 1995 con un récord de 9-7, logrando su primera aparición en playoffs desde 1987. Harbaugh finalizó cuarto en la votación para el premio al Jugador Más Valioso de la NFL. Lideró la liga en índice de pasador (100.7) y se convirtió en el 15° mariscal de campo en lograr un índice superior a 100.
Harbaugh y los Colts continuaron su camino mágico en los playoffs, venciendo a los San Diego Chargers y a los Kansas City Chiefs. En el campeonato de la AFC contra los Pittsburgh Steelers, el sueño de los Colts llegó a su fin en una jugada dramática en los últimos segundos.
La temporada siguiente, los Colts volvieron a los playoffs, pero fueron eliminados en la ronda de comodines. En 1997, el equipo sufrió un retroceso, y Harbaugh fue traspasado a los Baltimore Ravens. Poco después, los Colts seleccionaron a Peyton Manning, quien llevó al equipo a la gloria en 2006.
La influencia de Harbaugh en los Colts perdura, estableciendo las bases para el éxito futuro de la franquicia.