Jets Sufren Derrota Histórica con Actuación Deficiente en Ataque Aéreo
En un partido que quedará marcado en la historia de los New York Jets, el equipo sufrió una derrota ante los Denver Broncos con una actuación ofensiva aérea catalogada como la peor en la historia de la franquicia. A pesar de la crítica situación, el entrenador Aaron Glenn ha mostrado su apoyo al quarterback Justin Fields.
«¿Qué clase de pregunta es esa?», cuestionó Glenn a un reportero al ser consultado sobre la posibilidad de un cambio en la posición de quarterback.
Aaron Glenn
El encuentro, disputado en el Tottenham Hotspur Stadium, culminó con un marcador de 13-11 a favor de los Broncos, dejando a los Jets con un preocupante récord de 0-6.
La actuación del equipo fue tan deficiente que registraron un récord negativo de -10 yardas netas por pase, la peor marca para cualquier equipo en casi tres décadas. El equipo de San Diego Chargers tuvo -19 yardas el 20 de septiembre de 1998.
Fields completó 9 de 17 pases para solo 45 yardas, y sufrió la pérdida de 55 yardas debido a las nueve capturas que recibió. Factores como la estrategia conservadora del coordinador ofensivo Tanner Engstrand y las fallas en la protección de pases contribuyeron a esta pobre actuación.
Garrett Wilson, receptor estrella del equipo, solo logró tres recepciones para 13 yardas y sufrió una lesión en los ligamentos de la rodilla, lo que añade más preocupación al panorama del equipo.

Fields fue presionado en 14 de 29 jugadas de pase (48%), en parte debido a que mantuvo el balón demasiado tiempo en el bolsillo. La falta de visión de receptores abiertos también influyó en el resultado.
El entrenador Glenn, al ser cuestionado sobre la situación de Fields, defendió a su jugador y señaló que otros miembros del equipo también deben mejorar su rendimiento. Glenn no ve la situación como para sentar a Fields.
Una secuencia particularmente cuestionable ocurrió al final de la primera mitad, cuando los Jets, con cuarta oportunidad y una yarda por avanzar en su propia yarda 47, decidieron no realizar otra jugada a pesar de tener 32 segundos en el reloj. La ofensiva, que incluyó una conversión exitosa en un despeje falso, demostró falta de urgencia.
La frustración de Wilson fue evidente, incluso después del partido, donde expresó su descontento con el plan de juego y la falta de una mentalidad de «no tenemos nada que perder».
Glenn explicó que su decisión de no atacar al final de la primera mitad se basó en el deseo de evitar que los Broncos tuvieran la posesión del balón antes del descanso, buscando tener dos posesiones consecutivas al recibir el balón en la segunda mitad.
Los Jets, que cayeron a 0-6 por tercera vez en su historia, tuvieron la jugada de pase más larga de solo 11 yardas y terminaron con 82 yardas netas totales, la tercera cifra más baja en la historia de la franquicia.
Fields asumió la responsabilidad de la mala actuación y reconoció la necesidad de mejorar la velocidad en la toma de decisiones.
El guardia John Simpson resumió la situación al señalar que «no alcanzar las 100 yardas totales es una locura».