
El mundo del automovilismo deportivo se prepara para un enfrentamiento legal de alto octanaje. La batalla legal entre NASCAR, Michael Jordan y su equipo de carreras, 23XI Racing, junto con Front Row Motorsports, promete reconfigurar el panorama de las carreras de stock cars. La demanda antimonopolio, que se dirime en los tribunales, podría alterar el modelo de negocio de la serie Cup.
¿Quiénes son los contendientes?
La demanda, presentada en octubre de 2024, acusa a NASCAR de emplear prácticas monopolísticas que restringen los ingresos y la independencia de los equipos. 23XI Racing, con cinco años de historia, alinea a los pilotos Bubba Wallace, Tyler Reddick y Riley Herbst. Este equipo es copropiedad de Denny Hamlin, miembro del Salón de la Fama de NASCAR, junto con la leyenda de la NBA, Michael Jordan, y su socio comercial Curtis Polk.
“Lo hice también por los equipos más pequeños. No soy solo yo. Creo que todos deberían tener la oportunidad de tener éxito en cualquier negocio. Mi voz dice que no ha estado sucediendo.”
Michael Jordan
Front Row Motorsports, liderado por Bob Jenkins, ha participado en la Cup Series desde 2005 y actualmente cuenta con los pilotos Noah Gragson, Todd Gilliland y Zane Smith.
NASCAR, fundada en 1948 por Bill France, ha sido dirigida por la familia France durante generaciones, y actualmente está liderada por Jim France, Lesa France Kennedy, Steve Phelps y Steve O’Donnell.
¿De qué trata la demanda?
23XI y Front Row alegan que las prácticas actuales de NASCAR impiden a los equipos alcanzar su máximo potencial. Argumentan que el coche Next Gen, lanzado en 2022, ha limitado la creatividad y el rendimiento al requerir la compra de piezas a proveedores aprobados por NASCAR. Además, critican el control de NASCAR sobre la mayoría de los circuitos y los acuerdos contractuales que limitan el crecimiento de otros deportes de motor.
La esencia de la disputa radica en el sistema de franquicias de NASCAR, donde 23XI y Front Row consideran injusta la distribución de ingresos y la limitación del potencial de valor. El sistema de franquicias, introducido en 2016, otorga franquicias a los equipos, lo que garantiza lugares de salida y una parte de los premios en metálico. Los equipos pueden vender o arrendar estas franquicias.
NASCAR defiende el sistema de franquicias, señalando el aumento del valor de las franquicias. Sin embargo, 23XI y Front Row buscan franquicias «perpetuas», que se renueven automáticamente, algo que NASCAR no ha concedido.

El punto de ruptura para 23XI y Front Row fue la incapacidad de asegurar franquicias permanentes. Documentos previos al juicio revelaron información financiera de NASCAR y sus equipos. Los equipos con franquicia reciben una base de alrededor de $185,000 por evento, con un ingreso promedio de alrededor de $330,000 por carrera. El pago total a los equipos en 2025 fue de $431 millones, un aumento de $333 millones en 2024.
Los ingresos por coche variaron de $43 millones a $8.2 millones. Solo tres equipos en 2024 informaron ganancias, y en general los propietarios perdieron un promedio de $2.2 millones por coche. Los documentos también revelaron las finanzas de 23XI, mostrando un aumento de ingresos de $27.8 millones a $62.2 millones de 2021 a 2024, aunque con una pérdida de $2.1 millones en 2024. Front Row, desde el inicio del sistema de franquicias, ha operado con pérdidas.
En 2024, los ingresos netos de NASCAR fueron de $103 millones. Steve Phelps enfatizó que la mayoría de las ganancias se reinvierten en el deporte y los equipos.
Los abogados detrás de la batalla
Jeffrey Kessler, conocido por representar a atletas, lidera la defensa de 23XI y Front Row, mientras que Chris Yates, con experiencia en litigios deportivos, representa a NASCAR. Estos abogados, con una larga trayectoria en litigios antimonopolio, prometen un enfrentamiento legal de gran envergadura.
¿Cuánto durará esto?
El juicio inicial está programado para 21 días, pero se esperan apelaciones, lo que podría extender la batalla legal hasta 2026 y más allá.
¿Cómo de tensa será la situación?
La rivalidad entre Kessler y Yates ya asegura una alta tensión. Además, el estrecho mundo de NASCAR, donde los equipos conviven semanalmente y residen en la misma área metropolitana, añade complejidad. Denny Hamlin, copropietario de 23XI, es un ejemplo de esta dinámica, participando en el deporte mientras está involucrado en una demanda.
Documentos revelados, incluyendo transcripciones de mensajes de texto, han expuesto tensiones internas, aunque no serán usados en el juicio, han dañado la imagen pública. Phelps reconoció la existencia de declaraciones que preferirían no haber hecho, pero enfatizó la resiliencia del deporte.
¿Cuál es el objetivo final para cada parte?
La demanda de 23XI y Front Row busca daños y perjuicios, una competencia justa y más transparencia por parte de NASCAR. El debate se centra en las franquicias versus el dinero, con el resultado del juicio potencialmente afectando la existencia de 23XI y alterando la estructura de negocio de NASCAR.
Si 23XI y Front Row ganan, podrían recibir una indemnización económica, pero no las franquicias. Si eligen obtener franquicias, podrían dejar de lado las indemnizaciones. Si NASCAR gana, 23XI podría desaparecer. El resultado de este juicio marcará un antes y un después en el mundo de las carreras de stock cars.
Phelps afirmó que NASCAR defenderá el sistema de franquicias. Hamlin expresó que cree que ambas partes están seguras de su caso y que el resultado será trascendental.








