
El nacimiento de su hijo Becks ha sido el catalizador para que Bubba Wallace encuentre alegría en la vida y en las carreras.
Bubba Wallace, el piloto de NASCAR, ha experimentado una transformación notable. Antes, era común verlo abatido en su motorhome tras una carrera, un estado de ánimo que a menudo se traducía en frustración y reacciones impulsivas. Sin embargo, los tiempos han cambiado.
Ahora, es su esposa, Amanda, quien a menudo se muestra más afectada por los resultados. «Llego al bus y Amanda está más molesta que yo», comentó Wallace.
Bubba Wallace
El Gran Premio de Kansas, el 28 de septiembre, fue un claro ejemplo de esta evolución. Wallace lideraba la carrera en la última vuelta cuando un movimiento de Denny Hamlin, propietario de su equipo 23XI Racing, lo empujó contra la valla. A pesar de la decepción, Wallace manejó las obligaciones post-carrera con profesionalismo y gracia. La reacción de Amanda, por otro lado, reflejaba el estado de ánimo que solía ser el de su esposo.
La llegada de Becks Wallace, su hijo, a finales de septiembre de 2024, fue el principal catalizador de este cambio. Freddie Kraft, amigo y spotter de Wallace, destacó la transformación: «Los momentos de euforia son aún mayores y los bajos nunca son tan profundos como antes».
Wallace ha aprendido a disfrutar la paternidad y a darse cuenta de que su hijo hace que todo sea más agradable. En los días en que las cosas no salen bien en la pista o cuando sus posibilidades de campeonato terminan, es más fácil de manejar porque Becks no sabe ni le importa lo que sucedió.
“Te aferras a cuando estás con él o con Amanda y nada más importa. Podría estar aquí hablando contigo, pero pensando en la práctica y la clasificación. Estás consumido por eso. No puedes estar cambiando un pañal y pensando en la clasificación. No funciona. Es bueno tener eso ahora”, dijo Wallace.
Bubba Wallace
A lo largo de su carrera, Wallace permitía que lo que ocurría los domingos lo consumiera el resto de la semana, lo que afectaba su actitud mental dentro y fuera de la pista. Sin embargo, ha trabajado en su fortaleza mental, aunque no ha descartado la terapia.

Estadísticamente, Bubba Wallace está en camino a su mejor temporada, con una victoria en Indianápolis y ocupando el puesto 10 en la clasificación de playoffs de 2025.
La paternidad, la decisión de reducir el uso de las redes sociales y la capacidad de separar los aspectos de su vida han sido cruciales para Wallace.
La frustración en la pista solía llevar a decisiones negativas, pero ahora, Wallace está descubriendo que pertenece a la élite y que su equipo es capaz de competir en la parte delantera.
Hamlin también ha expresado su admiración por la transformación de Wallace, destacando su madurez y su liderazgo en el equipo 23XI.
Con tres carreras restantes en la temporada, Wallace se encuentra en el décimo lugar de la clasificación y podría estar encaminado a su mejor temporada en la Cup Series, al menos estadísticamente. El progreso personal de Wallace y el crecimiento del equipo han sido notables, con actuaciones que no siempre se traducen en resultados.
Wallace ha respaldado una publicación en redes sociales que hizo en enero, compartiendo que «la mentalidad está en su punto más alto» y que «no podría estar más feliz» después de asumir la responsabilidad de mejorar después de dos temporadas de recibir «una paliza».
Tener éxito en la pista ha contribuido a su actitud fuera de ella.
“Ha sido realmente genial presentarse con velocidad cada semana y tener una oportunidad. Eso es lo que quieres: tener la oportunidad de tener éxito. Te permite moverte libremente, tener menos estrés y asumir toda la responsabilidad. Es como, OK, aquí están las llaves, déjame resolverlo. Me gusta resolver esas cosas cuando se trata del lado de las carreras, y cuando tienes a las personas adecuadas en el lugar correcto, el equipo adecuado, y todo tiene que encajar a la perfección, pero parece que tenemos esa buena química en este momento”, dijo Wallace.
Bubba Wallace
El cambio en Wallace es evidente. Ahora disfruta compitiendo y está más contento en la pista que nunca.