La noticia del retiro de Jon Jones, considerado por muchos como el mejor artista marcial mixto de todos los tiempos, fue recibida con sorpresa y un dejo de decepción por parte de Dana White, CEO de la UFC.
Jones, conocido por su habilidad y dominio en el octágono, siempre ha sido un luchador que ha actuado bajo sus propias reglas y a su propio ritmo. Su retiro no fue la excepción.
¿El Fin de una Era o una Estrategia Más?
La decisión de Jones de retirarse plantea una pregunta crucial: ¿es este realmente el final de su complicada carrera? Para bien o para mal, Jones es fácilmente el luchador más «egoísta» en la historia de la UFC. Esta característica, aunque criticada por muchos, ha sido fundamental tanto para su éxito profesional como para el detrimento de otros.
El retiro de Jones truncó una esperada pelea por la unificación del título de peso pesado contra el campeón interino, Tom Aspinall. Jones, en lugar de enfrentarse a Aspinall, optó por menospreciar a su oponente, calificándolo de inexperto y molesto, mientras que decidió aceptar una pelea con Stipe Miocic, un excampeón de 42 años.
Esta decisión, que podría ser vista como una estrategia para preservar su legado, generó controversia. White, quien había asegurado que la pelea con Miocic se llevaría a cabo, se mostró visiblemente decepcionado.
Jones ha demostrado en repetidas ocasiones su capacidad para mantener el control sobre su carrera. Su falta de preocupación por los fanáticos, los promotores o sus compañeros de equipo es notable, pero también es una de las características que lo han distinguido.
La forma en que Jones ha manejado su carrera, priorizando sus necesidades, es evidente en numerosos ejemplos. La UFC, a pesar de los problemas legales de Jones, lo ha respaldado, quizás más que a cualquier otro luchador, a excepción de Conor McGregor.
La pelea estaba hecha. Teníamos la pelea hecha hace mucho tiempo. Por qué decidió no pelear, tendrán que preguntárselo a él.
Dana White
Un ejemplo notable de esto fue cuando Jones se negó a pelear con Chael Sonnen, lo que provocó la cancelación del UFC 151 en 2012.

Cuando se le preguntó si Jones había evadido a Aspinall, White respondió citando el incidente del UFC 151: «Lo he dicho un millón de veces y lo volveré a decir: Jon Jones nunca ha evadido a nadie, aparte de esa vez con Chael Sonnen».
La estrategia de Jones de priorizar sus propios intereses le ha permitido proteger su estatus como el GOAT de las MMA. La primera parte de su carrera estuvo llena de actuaciones dominantes, pero en la última década, ha peleado en pocas ocasiones debido a problemas legales, suspensiones y lesiones.
Fuera de sus dos peleas con Daniel Cormier, la segunda mitad de la carrera de Jones no se compara con la primera. Jones ha evitado exponerse a la posibilidad de perder al pelear con poca frecuencia. Sin embargo, los fanáticos comenzaron a cuestionar qué pasaría contra un oponente de alto nivel en su mejor momento.
Para Jones, no se trata de dinero, lealtad o complacer a nadie más. Se trata de hacer lo que quiere, cuándo quiere y cómo quiere. Según White, cuando Jones se cansó de las quejas de los fanáticos y posiblemente se le dio una fecha límite para tomar una decisión sobre pelear o renunciar al cinturón de peso pesado, llamó y se retiró.
Si (o cuando) Jones decide salir del retiro para pelear contra Aspinall o contra alguien más, estará en la posición de negociar. Después de todo, el retiro es una ventaja en las MMA, y si hay algo que Jones ama, es operar en sus propios términos.