Los jugadores de los Dodgers de Los Ángeles llegaron a Toronto la noche del miércoles, horas antes que sus entrenadores, y se presentaron en el Rogers Centre para el entrenamiento del jueves por la tarde. Mookie Betts, sin perder tiempo, ya estaba trabajando.
Antes de que la mayoría de sus compañeros pudieran cambiarse, Betts pidió a Alex Call que le proporcionara pelotas para practicar en el tee, golpeándolas repetidamente contra las redes de la jaula de bateo.
Para Betts, la solución a los baches en su rendimiento siempre ha sido el trabajo duro. El trabajo le da consuelo, pero el éxito es lo que realmente le da tranquilidad. Y cuando llega, como en el Juego 6, donde conectó un sencillo de dos carreras que marcó la diferencia en una victoria crucial de 3-1 contra los Toronto Blue Jays, significa mucho.
Se exige mucho a sí mismo, y no debería porque sigue siendo una superestrella y un jugador que acabará en el Salón de la Fama.
Miguel Rojas, jugador de cuadro de los Dodgers
Después de una actuación sin hits en la derrota del Juego 5, Betts acumulaba un promedio de 3 de 23 en esta Serie Mundial. Declaró ante los medios: «He estado terrible».
Luego, se puso a trabajar.
Durante el entrenamiento del jueves, Betts se enfocó en encontrar mayor estabilidad y una posición de bateo más cómoda que le permitiera «dejar que su talento natural se impusiera», según el entrenador de bateo de los Dodgers, Robert Van Scoyoc. Betts quería «volver a ser atlético en el cajón de bateo».
El mánager de los Dodgers, Dave Roberts, le comunicó a Betts, su bateador número 2 durante toda la temporada, que batearía como cuarto en el Juego 6, un puesto que no ocupaba desde 2017.
Le dije que podía batear séptimo. Solo quiero ganar.
Mookie Betts
Roberts quería que Shohei Ohtani, Will Smith y Freddie Freeman tuvieran la mayor cantidad de apariciones al plato con la temporada de los Dodgers en juego, manteniendo a Betts en una posición alta para que pudiera impulsar carreras. Batearlo más abajo nunca fue una opción.
Voy a, como dicen, montar o morir con él. No voy a huir de Mookie Betts. Es un jugador demasiado bueno.
Dave Roberts, mánager de los Dodgers
Betts lo demostró el viernes, en la parte alta de la tercera entrada contra Kevin Gausman. Tommy Edman conectó un doble, y luego los Blue Jays intencionalmente le dieron base por bolas a Ohtani. Smith siguió con un doble y Freeman recibió base por bolas, dejando a dos corredores en base con dos outs para Betts, quien buscaba lanzamientos rápidos. Betts conectó una línea al jardín izquierdo, dando a los Dodgers la ventaja que mantuvieron después de una asombrosa jugada defensiva que terminó el juego.
Fue genial hacerlo por los muchachos. Obviamente, me encantaría jugar bien para mí, pero eso es irrelevante. Quiero jugar bien por los muchachos. Los amo a todos. Sé cuánto dependemos unos de otros. Y cuando confían en mí, quiero estar a la altura.
Mookie Betts
A principios de temporada, mientras se adaptaba a la posición de campocorto y se recuperaba de un virus debilitante, Betts tuvo los peores problemas ofensivos de su carrera. A finales de julio, su promedio era de solo .240/.313/.369. Después de que mejorara, bateando .294/.351/.478 en los últimos dos meses de la temporada regular, parecía que Betts se mantendría en forma durante todo octubre.
Pero el bate de Betts se enfrió de nuevo, aunque las dificultades estaban afectando a toda la ofensiva de los Dodgers, Betts se lo tomó más a pecho que la mayoría.
Se lo toma muy mal cuando no rinde tan bien como puede, y hace todo lo posible para salir de eso.
Tommy Edman
Ahora, tal vez, pueda relajarse. Con todo en juego en el Juego 7, los Dodgers contarán con Ohtani con poco descanso, Tyler Glasnow disponible y quizás Blake Snell y Roki Sasaki entrando después de ellos. Tendrán el consuelo de saber que han superado desafíos como estos antes.
Me alegro por él, de que pueda tener un poco de paz y dormir un poco mejor y venir fresco y ayudarnos a ganar otro juego.
Robert Van Scoyoc, entrenador de bateo de los Dodgers
