Kershaw y el bullpen de los Dodgers: Una noche para el olvido
En un giro inesperado, el lanzador estrella de los Dodgers, Clayton Kershaw, fue llamado al relevo en el octavo inning del tercer juego de la Serie Divisional de la Liga Nacional. La decisión del mánager Dave Roberts, motivada por la ausencia de Tanner Scott y el uso previo de otros relevistas zurdos, marcó el inicio de un episodio fatídico para el equipo.
Kershaw, quien ha anunciado su retiro al final de la temporada, buscaba mantener el marcador a favor de su equipo. Sin embargo, la entrada al campo se convirtió en una pesadilla. J.T. Realmuto conectó un jonrón, seguido por seis bateadores que se embasaron, permitiendo a los Phillies anotar cinco carreras y encaminarse a una victoria de 8-2 que salvó su temporada.
«Simplemente no hice suficientes buenos lanzamientos», lamentó Kershaw, cuyo equipo aún lideraba la serie 2-1.
Clayton Kershaw
El ambiente en el estadio se encendió cuando Kershaw entró al campo, pero la alegría de la afición se transformó rápidamente en decepción. El lanzador, que había logrado sacar el último out en el séptimo inning, no pudo mantener el control y sufrió una dura derrota.
Kershaw admitió que luchó con el control y que no pudo lanzar suficientes strikes. La situación se complicó aún más cuando el equipo no pudo contar con sus relevistas más confiables.
La decisión de utilizar a Kershaw en esta situación resaltó las deficiencias del bullpen de los Dodgers. Los relevistas del equipo terminaron la temporada regular en el puesto 21 en la MLB en efectividad, y no generaron mucha confianza durante el tramo final de la temporada.
La estrategia del equipo de compensar las debilidades del bullpen con la profundidad de su rotación abridora demostró tener sus límites en este crucial encuentro.
La ausencia de Tanner Scott, la restricción en el uso de Emmet Sheehan y Roki Sasaki, y la designación de Tyler Glasnow como abridor para el cuarto juego limitaron las opciones del mánager.
Esto dejó a Blake Treinen y Alex Vesia como las únicas opciones disponibles, pero Roberts prefirió guardarlos para situaciones de mayor ventaja, obligando a Kershaw a asumir una carga mayor de la que debía.
Kershaw, que enfrentó a nueve bateadores en el octavo inning, tuvo dificultades con el control de sus lanzamientos y la mayoría de los bateadores se pusieron por delante en la cuenta.

El lanzador admitió que hizo todo lo posible para prepararse, incluyendo lanzar desde el campo plano antes de subirse al montículo, pero no fue suficiente. La noche terminó con una derrota que quedará marcada en la memoria de los aficionados.