Fallece Ryne Sandberg, Leyenda de los Cubs
La comunidad del béisbol lamenta la pérdida de Ryne Sandberg, el icónico segunda base que dejó una huella imborrable en la historia de los Chicago Cubs. A los 65 años de edad, el miembro del Salón de la Fama nos dice adiós, dejando tras de sí un legado de excelencia y dedicación.
Sandberg, un diez veces All-Star y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1984, anunció el pasado 22 de enero de 2024 que había sido diagnosticado con cáncer de próstata metastásico. Su partida deja un vacío en el corazón de los fanáticos y en el mundo del deporte.
Durante sus 15 temporadas con los Cubs, Sandberg se convirtió en un ídolo para la afición. Su promedio de bateo de .285, junto con sus 282 jonrones, 1,061 carreras impulsadas y 344 bases robadas, lo consolidaron como una figura clave del equipo.
Tras su exitosa carrera como jugador, Sandberg incursionó en la dirección, liderando a los Philadelphia Phillies de 2013 a 2015. Su impacto en el juego fue notable, tanto dentro como fuera del campo.
Sandberg siempre estuvo presente en los entrenamientos de primavera y en el Wrigley Field, guiando a los jóvenes jugadores y sirviendo como embajador del equipo. Además, participó como analista en diversos medios, compartiendo su conocimiento y pasión por el béisbol.
El 23 de junio de 2024, los Cubs honraron su legado al develar una estatua de Sandberg frente al Wrigley Field, conmemorando el 40 aniversario del «Juego de Sandberg», donde conectó jonrones para empatar el juego en las entradas novena y décima, acumulando 7 carreras impulsadas en la victoria 12-11 sobre los St. Louis Cardinals.
Sandberg se unió a los Cubs en 1982, robando 32 bases. En 1984, lideró al equipo hacia el título de la división, liderando la liga en triples (19) y carreras anotadas (114), con un promedio de .314 y 19 jonrones. También ganó el segundo de sus nueve Guantes de Oro consecutivos.
En 1990, Sandberg conectó 40 jonrones, convirtiéndose en el tercer segunda base en alcanzar esa cifra.
Su grandeza fue reconocida en 2005, cuando fue elegido para el Salón de la Fama del Béisbol.