La carrera de radiodifusión de Bob Uecker, miembro del Salón de la Fama, comenzó de manera inesperada. Inicialmente, los Milwaukee Brewers lo contrataron como cazatalentos.
Bud Selig, expropietario de los Brewers y excomisionado de la MLB, no tardó en darse cuenta de que Uecker podría ser más adecuado para otro rol.
El primer informe de exploración que Bob envió tenía puré de papas y salsa por todas partes.
Bud Selig
La ceremonia, repleta de estrellas, fue conducida por Bob Costas, antiguo compañero de transmisión de NBC, y contó con la presencia de miembros del Salón de la Fama como George Brett, Ted Simmons y Robin Yount, además del jardinero de los Brewers, Christian Yelich.
Publicación de Christian Yelich
Decir que amaba a este equipo, a esta ciudad y a este estado sería quedarse corto. Milwaukee era su hogar, y los Brewers eran una extensión de su familia. Ver ese amor reflejado significa más de lo que podríamos expresar con palabras. Hay algo verdaderamente especial en esta comunidad, y Bob lo sentía cada día.
La familia Uecker
Todos los jugadores de los Brewers lucieron uniformes especiales de homenaje con «UECK» en lugar de sus nombres en la parte posterior de sus camisetas en el juego del domingo, en honor al hombre que probablemente es más sinónimo de la franquicia que cualquier jugador en particular.
El equipo completo se unió a los familiares de Uecker detrás del montículo antes de que Bob Uecker Jr. lanzara la primera bola a Yount. El juego contó con pelotas y bases conmemorativas en honor a Uecker.
La celebración de la vida llega cuando los Brewers tienen el mejor récord en el béisbol mientras persiguen su primer título de la Serie Mundial.
Nadie habría disfrutado esto más. Creo que todavía está con nosotros, pero realmente lo extraño.
Mark Attanasio
El ala de transmisión del American Family Field, sobre la cabina de prensa, pasó a llamarse Bob Uecker Broadcast Center. El nombre de Uecker ya aparecía en un medallón junto a todos los números retirados de los Brewers, pero el domingo se actualizó para incluir su nombre y un solo micrófono.
Los recuerdos, incluidas fotos y varios ejemplos de sus abrigos deportivos a cuadros, se exhibieron por todas las explanadas.
John Colson, un poseedor de abonos de temporada parcial de Milwaukee, ya estaba esperando fuera de la entrada del estadio más de 3 horas y media antes del primer lanzamiento.
Bob Uecker fue toda mi infancia. Solo recuerdos de escuchar los juegos en la radio, venir a los juegos. Bob Uecker es el Sr. Béisbol. Era el Sr. Brewers. No es lo mismo sin él.
John Colson
Colson vestía una camiseta con el mensaje «Juuuust a bit outside», en honor a la famosa frase de Uecker como locutor Harry Doyle en la película «Major League». Otros fanáticos en la multitud, que agotó las entradas, vestían abrigos deportivos a cuadros o camisetas de los Brewers con el nombre de Uecker.
Uecker también era querido por los jugadores que apreciaban sus apariciones regulares en el vestuario para intercambiar historias u ofrecer aliento.
Ya fuera tu primer día en las grandes ligas o llevaras 10 años allí, te trataba como si fueras su amigo de toda la vida. Creo que ese fue uno de sus verdaderos dones, hacer que la gente sintiera que eran los mejores amigos y que los conocía desde siempre.
Christian Yelich
Eso significaba tratar a un jugador que subía de las ligas menores de la misma manera que a un presidente estadounidense.
En una conferencia de prensa antes de la ceremonia previa al juego, Costas contó la historia de cómo el expresidente Richard Nixon estaba viendo un partido de los Brewers contra los Yankees y le preguntó al propietario de los Yankees, George Steinbrenner, si sería posible conocer a Uecker. Después de que Uecker habló con Nixon, su compañero de transmisión, Pat Hughes, preguntó cómo fue conocer al presidente.
Ueck dice, ‘Sabes, Richie no es un mal tipo’.
Bob Costas
Uecker fue más conocido a nivel nacional por el ingenio seco que mostró en sus apariciones en programas de entrevistas con Johnny Carson y en las películas «Major League», los comerciales de Miller Lite y el programa de televisión «Mr. Belvedere». Algunos de sus colegas de «Mr. Belvedere» y «Major League» estuvieron presentes en esta ceremonia.
Pero las personas que lo honraron el domingo también rindieron homenaje a su conocimiento del béisbol.
Aunque Uecker convirtió su promedio de bateo de .200 en un blanco frecuente de su humor autocrítico, Simmons dijo que el estatus del locutor como ex receptor suplente le dio una perspectiva notable. Después de que los Brewers lo adquirieron antes de la temporada de 1981, Simmons dijo que Uecker le ofreció consejos sobre cómo manejar al cuerpo de lanzadores de Milwaukee.
Le dije, ‘Tienes que decirme cómo piensan estos tipos, dónde están, porque necesitan ayuda y yo necesito ayuda’. Así es como empezamos. A partir de ahí, fue genial.
Ted Simmons
Costas y Selig dijeron que las habilidades de radiodifusión de Uecker estaban subestimadas. Selig dijo que fue un placer escuchar la novena entrada de las transmisiones de Uecker en los juegos que los Brewers estaban ganando.
La mayor parte del país fuera de Wisconsin lo conoce por Johnny Carson y las películas ‘Major League’, pero si nunca dijera nada gracioso y simplemente lo juzgaras como un anunciador de béisbol, especialmente en la radio, sería un anunciador de béisbol de calibre del Salón de la Fama.
Bob Costas
Costas mencionó específicamente la despedida final de Uecker después de que los Brewers permitieran cuatro carreras en la novena entrada de una derrota por 4-2 en el juego decisivo de su derrota en la Serie de Comodines de la Liga Nacional ante los New York Mets. Uecker, que había luchado contra el cáncer de pulmón de células pequeñas durante toda la temporada pasada, cerró la transmisión diciendo: «Eso tuvo algo de picor».
Cuando escuchas a Ueck despedirse, no siempre llevaba su corazón en la manga, pero fue tan conmovedor. Estaba decepcionado por el equipo porque fue una derrota tan desgarradora. Pero también sabía que estas serían las últimas palabras que diría como la voz de los Brewers, y su voz no era tan fuerte, y no estaba tan agudo, pero seguía siendo Bob Uecker. Cuando escuchas eso, aunque no lo enmarca de esa manera, esa es la despedida más conmovedora que cualquier locutor haya dado.
Bob Costas
