De villano a héroe. Esa fue la transformación inesperada que vivió un aficionado en el Wrigley Field el pasado jueves.
El incidente ocurrió cuando un bate, tras un swing fallido de Sal Frelick, jugador de los Milwaukee Brewers, se atoró en la red de protección cerca de la primera base.

El aficionado, demostrando una agilidad sorprendente, escaló la red para recuperar el bate que se encontraba a unos tres metros de altura.
Después de tomar el bate, el aficionado fue retirado por el personal de seguridad.
Sin embargo, su historia no terminó ahí. Minutos después, el aficionado reapareció y fue recibido con una ovación por los 41,078 espectadores presentes, la mayor asistencia de la temporada para los Chicago Cubs.