En medio del campo de golf y luciendo el uniforme completo del equipo de la Ryder Cup de Estados Unidos, Keegan Bradley observaba a los mejores golfistas del mundo en acción. La atmósfera en el Silverado Resort North Course era de camaradería y anticipación, mientras el equipo se preparaba para el torneo.
El ambiente distendido contrastaba con la presión habitual de los torneos, ya que la temporada de la PGA Tour había concluido y el equipo estaba definido. Ahora, la atención se centra en Bethpage y en los 12 jugadores que Bradley espera liderar hacia la victoria.
La Ryder Cup como Prioridad
La participación en el Procore Championship, un evento de la PGA Tour en Napa Valley, se convirtió en una reunión clave para el equipo de la Ryder Cup. Bradley destacó la importancia del evento para los jugadores, quienes demuestran su compromiso y disposición para prepararse al máximo.

A diferencia de 2023, la mayoría de los miembros del equipo estadounidense participaron en este y otros eventos de golf antes de la derrota en la Ryder Cup en Roma. Diez de los doce miembros del equipo compitieron en el torneo, compartiendo rondas con sus compañeros.
Aunque Bryson DeChambeau no participó en el torneo, asistió a una cena organizada para el equipo. Xander Schauffele, por su parte, no pudo asistir debido al nacimiento de su primer hijo.
La iniciativa de mantener a los jugadores activos y fortalecer la química del equipo surgió de los propios golfistas, según Bradley. Scottie Scheffler y Xander Schauffele expresaron su deseo de jugar en este evento desde principios de año.
«Para mantenerme en forma, puedes practicar y hacer todo lo que puedas en casa, pero hay algo diferente en jugar en competición», dijo Scheffler.
Scottie Scheffler
La práctica en el campo de Silverado fue intensa, con jugadores como Justin Thomas y Russell Henley analizando la pendiente del green, mientras que el caddie de Scheffler preparaba las pelotas para la práctica de putting. En el campo de prácticas, Harris English y Collin Morikawa trabajaron en su juego de golpes.
Bradley, junto con el capitán asistente Webb Simpson, observó a los jugadores durante algunas rondas. Las combinaciones de juego y los horarios de los torneos podrían indicar posibles emparejamientos para la competencia.
El ambiente en Napa se describe como una «escena más ligera», ideal para la relajación antes de la competencia en Long Island.

Bradley ha implementado cambios significativos, desde la organización de la semana hasta la comunicación constante con el equipo. Su enfoque ha sido bien recibido, con jugadores como Woodland destacando su apertura y compromiso.
Con la Ryder Cup a la vuelta de la esquina, Napa se ha convertido en una etapa de preparación clave para el equipo estadounidense. Aunque los resultados finales son inciertos, la semana en Napa podría ser crucial para el éxito del equipo en la Ryder Cup y en futuras competiciones.