En el exigente campo de Oakmont, Rory McIlroy se encontró con un duro desafío en el U.S. Open. El golfista, visiblemente frustrado, tuvo que lidiar con obstáculos inesperados en el hoyo 18, incluyendo cables de televisión que dificultaban su juego.
Después de un viernes prometedor, donde logró pasar el corte con dos birdies en los últimos cuatro hoyos, el sábado marcó un retroceso para McIlroy. Un bogey en el hoyo final lo llevó a una tarjeta de 74 golpes, sumando un total de 10 sobre par para la semana.
“Bastante promedio”, comentó McIlroy al describir su desempeño en el torneo.
Rory McIlroy
Por primera vez en el torneo, McIlroy accedió a hablar con los medios, revelando dudas sobre su deseo de continuar jugando, a pesar de haber superado el corte. El golfista admitió que la falta de motivación ha sido un factor, especialmente tras ganar el Masters y completar el Grand Slam.
“Me he sentido un poco apagado en el campo de golf”, afirmó McIlroy.
Rory McIlroy
Esta falta de motivación se reflejó en torneos recientes, como el RBC Canadian Open, donde no pasó el corte, y el PGA Championship, donde finalizó en el puesto T-47. La situación con su driver en el PGA Championship, que fue declarado no conforme por las pruebas de la USGA, también contribuyó a su frustración.
McIlroy explicó que su decisión de evitar a los medios se debe en parte a la frustración. A pesar de esto, reconoció que en Oakmont ha jugado bien con su driver, aunque su juego de aproximación no ha estado a la altura.
“Siento que he jugado bien esta semana”, dijo McIlroy.
Rory McIlroy
Con pocas posibilidades de ganar el torneo, McIlroy espera terminar su participación con una ronda rápida.
“Espero una ronda de menos de cuatro horas y media”, concluyó.
Rory McIlroy