En el Gran Premio de Holanda, Carlos Sainz fue sancionado con 10 segundos de penalización tras un incidente con Liam Lawson, lo que desató su furia. El piloto español calificó la decisión como «una completa broma».
El choque se produjo cuando Sainz intentaba adelantar a Lawson por el exterior en la curva 1. Los comisarios determinaron que Sainz fue el responsable, basándose en las directrices de la FIA, que establecen que el coche que adelanta por el exterior debe tener su eje delantero a la altura del coche de adentro para tener derecho a espacio en la salida de la curva.
Sainz no cumplió con esta norma, lo que resultó en un contacto que causó pinchazos en ambos monoplazas.

La reacción de Sainz al enterarse de la penalización fue inmediata y contundente. «Es la cosa más ridícula que he escuchado en mi vida», expresó por radio.
El incidente es bastante claro, ¿no? ¿Cuántos ejemplos hemos visto en la curva 1 de Zandvoort de dos coches compitiendo uno al lado del otro sin contacto? Con Liam siempre parece ser muy difícil que eso suceda.
Carlos Sainz
Sainz, que finalizó la carrera en la decimotercera posición, no se mostró conforme con la decisión y anunció que buscaría una explicación por parte de los comisarios. Considera inaceptable la sanción y manifestó su preocupación como piloto y director de la GPDA.
Los comisarios, por su parte, justificaron la penalización basándose en el reglamento. Señalaron que el eje delantero del coche de Sainz no estaba a la altura del de Lawson en el ápice de la curva, por lo que consideraron a Sainz como el principal responsable del incidente.

Liam Lawson, por su parte, también lamentó el incidente y la penalización, pero reconoció la validez de las reglas.
Lawson también comentó que preferiría discutir el incidente directamente con Sainz en lugar de enterarse de la situación a través de los medios.