Desde las provocaciones en el campo hasta la intensa rivalidad, la historia entre India y Australia ha sido marcada por momentos de alta tensión. Sin embargo, parece haber un cambio en la dinámica de esta histórica competencia.
En el pasado, la rivalidad entre India y Australia estuvo a punto de llegar a los golpes. La gira de India a Australia en 2018-19 prometía ser la más conflictiva, pero antes de eso, ocurrió el escándalo de manipulación de la pelota en Ciudad del Cabo, lo que marcó un punto de inflexión.
La serie posterior se caracterizó por bromas, pero nada comparable a la hostilidad que solía acompañar los enfrentamientos entre India y Australia. El capitán de India, Virat Kohli, incluso pidió a los aficionados que dejaran de abuchear a Steven Smith, quien regresaba al campo tras cumplir su sanción.
Antes del inicio de la serie de pruebas de 2020-21, surge la interrogante sobre si el respeto mutuo comprometerá la intensidad de los partidos. Kohli atribuye este cambio a la mayor interacción entre los jugadores en la IPL y a la madurez de los protagonistas.
Estos equipos juegan mucho en la IPL juntos y por lo tanto se conocen mejor. Todos los personajes de esta narrativa también son mayores, más sabios y más seguros de su lugar en el mundo.
Virat Kohli
Tras el incidente de Ciudad del Cabo, Australia ha reconocido su comportamiento y busca un equilibrio entre la competitividad y la conducta ejemplar. Kohli destaca que este año ha llevado a una reflexión sobre lo innecesario de mantener rencores y tensiones.
Kohli enfatiza que la calidad del cricket debe ser lo primordial. Aunque la intensidad y la agresividad en el campo se mantendrán, considera que lo innecesario se filtrará. Reconoce que hay más respeto entre los equipos y espera que el cricket siga siendo competitivo.
Además, Kohli cree que los jugadores están madurando y tomando decisiones más inteligentes para asegurar la calidad del cricket. La clave está en mantener la dignidad del deporte, entendiendo que se compite al más alto nivel.

Kohli destaca que se debe mantener la intensidad y la agresividad en el juego, pero sin caer en la falta de respeto. El objetivo es que la calidad del cricket prevalezca y que el aprecio por el esfuerzo de ambos equipos se manifieste al final de cada partido.