Figuras del Deporte y el Espectáculo Despiden a Ricky Hatton
El mundo del deporte y el entretenimiento se unió para despedir al excampeón mundial de boxeo Ricky Hatton, en una emotiva ceremonia celebrada en la Catedral de Manchester. Personalidades como Liam Gallagher, Tyson Fury y Wayne Rooney estuvieron presentes para honrar la memoria del icónico boxeador.
Hatton, conocido por su carisma y logros en el cuadrilátero, unificó la división de peso superligero y conquistó un título mundial en peso wélter. Su fallecimiento, a los 46 años, conmocionó a la comunidad deportiva.
La procesión fúnebre, que partió de su pub local, Cheshire Cheese, fue liderada por el famoso Reliant Robin de la serie «Only Fools and Horses». Hatton era un gran admirador del programa y llegó a comprar uno de los vehículos originales.
El cortejo fúnebre incluyó paradas en el gimnasio de boxeo de Hatton y en el AO Arena, escenario de algunos de sus mayores triunfos, como su victoria sobre Kostya Tszyu hace dos décadas.
Miles de personas se congregaron en las calles para rendir homenaje a Hatton, mientras se celebraba una ceremonia privada en la catedral de la ciudad.

El emblemático Reliant Robin de Hatton encabezó la procesión fúnebre.
Entre los asistentes se encontraba Liam Gallagher, amigo cercano de Hatton, quien lo acompañó en su entrada al ring en 2008.
La élite del boxeo británico también se hizo presente, con figuras como Fury, Tony Bellew y Frank Bruno, además del excapitán de críquet inglés Andrew Flintoff y la estrella del Manchester United, Wayne Rooney.
También asistió Billy Graham, exentrenador de Hatton, con quien forjó una estrecha relación desde sus inicios en el boxeo amateur.

Asistentes al funeral de Ricky Hatton.
Tras la ceremonia, la procesión se dirigió al Etihad Stadium, hogar del Manchester City, equipo del cual Hatton era ferviente seguidor.
La noticia de la muerte de Hatton se conoció horas antes del derbi de Manchester, y se guardó un minuto de aplausos en su honor, tanto por los jugadores como por los aficionados del City y del United.
El estilo de pelea de Hatton, lleno de acción, le otorgó 45 victorias y solo tres derrotas en 48 combates, pero fue su personalidad cercana la que lo hizo querido por los profesionales y los fanáticos de todo el mundo.
Esto se evidenció en las decenas de miles de seguidores que lo acompañaron a Las Vegas, donde se enfrentó a Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, dos de los mejores boxeadores de su época. Las historias de los fanáticos británicos cantando «Solo hay un Ricky Hatton» y bebiendo hasta agotar las reservas de la ciudad, forman parte del folclore del boxeo.
Hatton sufrió su primera derrota profesional ante Mayweather en 2007, y un nocaut en el segundo asalto contra Pacquiao dos años después marcó el inicio de su declive en el boxeo de élite.
En 2012, un intento fallido de regreso contra Vyacheslav Senchenko evidenció las dificultades de Hatton para adaptarse a la vida fuera del ring.
Hatton fue un embajador incansable de organizaciones benéficas dedicadas a la salud mental y a Barnabus, una organización de Manchester que apoya a personas sin hogar y vulnerables. Además, se dedicó a ser entrenador, buscando llenar el vacío dejado por su carrera como boxeador.
Después de participar en una exhibición sin puntuación contra el mexicano Marco Antonio Barrera en 2022, Hatton anunció en julio su regreso al ring para una pelea profesional en Dubái en diciembre. Había retomado sus entrenamientos y su familia declaró que se encontraba «en un buen momento» y «emocionado por el futuro» antes de su fallecimiento, por el cual la policía de Greater Manchester descartó cualquier circunstancia sospechosa.