
El reciente triunfo de North Carolina sobre Charlotte, con un marcador de 20-3, marcó la primera victoria de Bill Belichick como entrenador universitario. Este hito llega tras una exitosa carrera en la NFL, donde acumuló 333 victorias, incluyendo playoffs. Sin embargo, la victoria de los Tar Heels podría palidecer en comparación con otro resultado que seguramente celebró: la derrota de los New England Patriots ante Las Vegas, con un marcador de 20-13.
Belichick, conocido por su habilidad para ganar partidos y su persistencia en guardar rencores, parece estar aprovechando esta dinámica para motivarse en su nuevo rol. La animadversión hacia su antigua franquicia, liderada por Robert Kraft, se manifiesta en acciones como la prohibición de acceso a los ojeadores de los Patriots a las instalaciones de los Tar Heels.
Es obvio que no soy bienvenido en sus instalaciones. Por lo tanto, ellos no son bienvenidos en las nuestras.
Bill Belichick
Esta situación, aunque pueda parecer cómica, revela la profundidad del resentimiento de Belichick. El entrenador parece no haber perdonado a Kraft por su separación tras una temporada de 4-13 en 2023. Incluso se especula que Kraft pudo influir en la falta de interés de la NFL en contratarlo.
En contraste, el actual entrenador de los Patriots, Mike Vrabel, ha asegurado que Belichick siempre será bienvenido, recordando su presencia en una ceremonia en junio de 2024 en honor a Tom Brady.
La llegada de Belichick a UNC promete una experiencia completa: lo bueno, lo malo y el drama. Carolina, seguramente, se beneficiará de la mentalidad competitiva de un entrenador que se alimenta de rivalidades. La motivación de Belichick para construir a los Patriots se originó, en parte, para demostrar que era más que el coordinador defensivo de Bill Parcells. Las batallas legales y las controversias en la NFL lo agudizaron y lo ayudaron a ganar seis Super Bowls.
La serie documental «The Dynasty», propiedad de Kraft, también retrató a Belichick de manera desfavorable, lo que ha intensificado su respuesta. Su autobiografía «The Art of Winning» no menciona a Kraft, y ha emprendido una batalla legal por el uso de ciertas frases. Además, Belichick ha expresado públicamente las ventajas de entrenar en la universidad, destacando la ausencia de un propietario y la menor cantidad de elementos relacionados con el marketing.
La intriga en torno a la dinastía de la NFL seguirá generando debate, especialmente entre Belichick, Brady y Kraft. Recientemente, Kraft intentó tender una rama de olivo, proponiendo una estatua de Belichick junto a la de Brady. Sin embargo, Belichick no pareció conmoverse.
Independientemente de estas tensiones, el objetivo de Belichick es ganar la ACC. La amargura hacia los Patriots, evidenciada por la prohibición de acceso a los ojeadores, sugiere un enfoque diferente. Belichick sabe que las críticas a Foxborough no tienen peso si UNC no gana. El éxito, en última instancia, será la mejor venganza.
Belichick podría estar enfocado en llegar al College Football Playoff, incluso para demostrar su valía ante Kraft. Al final, lo que importa son los resultados. Y quién sabe, tal vez aprenda a odiar a Duke o a Dabo tanto como a su antiguo equipo.