La rivalidad entre India y Australia en el cricket ha experimentado una notable transformación a lo largo de los años. De los momentos de tensión y provocaciones en el campo, se ha transitado hacia un ambiente más respetuoso, aunque sin sacrificar la intensidad competitiva.
En el pasado, los enfrentamientos entre ambas selecciones estuvieron marcados por incidentes memorables, como las burlas de Shikhar Dhawan a Shane Watson en 2013 y el papel de David Warner como provocador en 2014-15.
Sin embargo, un punto de inflexión significativo fue el escándalo de manipulación de la pelota en Ciudad del Cabo. A partir de ese momento, se observó un cambio en la dinámica, con un ambiente más centrado en el juego y menos en las provocaciones.
El capitán de India, Virat Kohli, ha sido un factor clave en esta evolución. Durante el Mundial, Kohli pidió a los aficionados indios que dejaran de abuchear a Steven Smith, mostrando un gesto de respeto hacia el jugador australiano.
Antes del inicio de la serie de Test de 2020-21, se planteó la interrogante de si este nuevo respeto entre los equipos comprometería la intensidad de los partidos. Kohli atribuye el cambio a varios factores, incluyendo la creciente familiaridad entre los jugadores, que comparten experiencias en la IPL.
“Este año ha hecho que la gente se dé cuenta de que muchas cosas podrían no haber sido necesarias en el pasado, donde guardabas rencor y tenías una tensión innecesaria entre equipos e individuos, lo cual es absolutamente inútil”.
Virat Kohli
Kohli enfatiza que el respeto mutuo no significa una disminución en la competitividad. Reconoce que la intensidad y la agresividad en el juego siguen siendo fundamentales, pero se busca evitar la hostilidad innecesaria.

El jugador también destaca que la madurez de los jugadores, que han avanzado en sus carreras, les permite tomar decisiones más inteligentes y mantener la calidad del cricket.
En resumen, la rivalidad entre India y Australia ha evolucionado hacia un equilibrio entre la competencia feroz y el respeto mutuo. Los jugadores son conscientes de que están contribuyendo a una causa mayor, y buscan que la calidad del cricket sea lo que realmente destaque.
Kohli también enfatiza que el cricket de alto nivel requiere mantener la dignidad del deporte, sin dejar de competir con agresividad. El objetivo es que los equipos se esfuercen al máximo, pero evitando comportamientos irrespetuosos.