El optimismo en el Manchester United es efímero. Tras 180 minutos en la nueva temporada de la Premier League, el equipo parece agotado, evidenciado por un preocupante empate 1-1 contra el Fulham. La situación evoca más los problemas de la temporada pasada que la redención que busca el entrenador, Ruben Amorim.
Un portero propenso a errores, un capitán que se excede, mediocampistas incapaces de crear y una delantera que no logra concretar las oportunidades. ¿Familiar? Este fue el relato de la temporada 2024-25 del United, que finalizó con su peor posición en la Premier League (15º) y su peor rendimiento general desde 1974. Se esperaba un cambio este año.
A pesar de un penal fallado por Bruno Fernandes, el United desaprovechó una ventaja obtenida gracias al cabezazo de Leny Yoro y se salvó de la derrota ante un Fulham que empató con gol de Emile Smith Rowe.
La inversión de 200 millones de libras en los delanteros Matheus Cunha, Bryan Mbeumo y Benjamin Sesko ha dado al United más potencial ofensivo, pero ningún delantero puede anotar si no recibe el balón.
Cunha tuvo dos claras oportunidades en la primera mitad en Craven Cottage, pero una impactó en el poste y la otra fue bien salvada por el portero Bernd Leno. Después, la situación no mejoró.
Mbeumo corrió tras balones perdidos y Sesko ofreció un punto focal al entrar en la segunda mitad, pero fueron fichados para marcar goles y transformar empates en victorias para el United, no solo para aportar energía al ataque.
Una situación similar se vivió contra el Arsenal en Old Trafford, donde el United sufrió una derrota por 1-0 en el primer partido de la temporada. Mbeumo y Cunha lucieron peligrosos, pero ninguno anotó. En Craven Cottage, volvieron a salir del campo sin marcar.
La problemática reside en lo que ocurre detrás de ellos, comenzando por la portería y culminando en un mediocampo que aún está lejos del nivel necesario para competir en la Champions League.
Comencemos por el portero. Contra el Arsenal, el error de Altay Bayindir en un córner llevó al gol de Riccardo Calafiori. A pesar de su error y debilidad en las jugadas a balón parado, Amorim sorprendentemente mantuvo al internacional turco en la portería por delante de André Onana, ya recuperado.
Onana no es perfecto, pero es mejor que Bayindir. La decisión de Amorim de mantenerlo fuera del equipo, tras los fallidos intentos del United por fichar a Emi Martínez del Aston Villa y a Gianluigi Donnarumma del Paris Saint-Germain, sugiere que el entrenador no confía en ninguno de sus porteros.
Lo mismo ocurrió con Bayindir en Fulham. Cada vez que se lanzaba un córner, Bayindir mostraba inseguridad, permitiendo que Sander Berge, Timothy Castagne o Ricardo Muniz le incomodaran. Un portero de élite habría solucionado este problema, pero Bayindir cayó al suelo en varias ocasiones.
Michallik: El Manchester United jugó como la temporada pasada contra el Fulham
Los defensas que juegan delante de Bayindir se muestran nerviosos, lo mismo ocurre con Onana.
El United está en conversaciones con Senne Lammens del Royal Antwerp, pero según fuentes, no se le fichará como titular, por lo que Amorim podría terminar con otro portero que no sea lo suficientemente bueno para jugar cada semana.
Un portero poco fiable debilita al equipo, al igual que un mediocampo que no corre ni crea.
Fernandes puede hacer ambas cosas, pero el aspecto defensivo de su juego le perjudica. El problema es que tiene que hacer el trabajo de dos jugadores porque sus compañeros, Casemiro y el suplente Manuel Ugarte, no corren o no pasan. Ugarte, a menudo, no hace ninguna de las dos cosas.
Mason Mount es un jugador talentoso, pero no es ni mediocampista ni delantero, sin embargo, Amorim lo utiliza en posiciones ofensivas al inicio de los partidos porque necesita a alguien capaz de aliviar la carga de Bruno.
Mount no es el jugador que necesita el United: necesita un mediocampista que cubra la zona defensiva y permita a Bruno crear para los delanteros, que siguen sin recibir el balón. Amorim dijo tras el partido contra el Fulham que su equipo es «más robusto» con el exjugador del Chelsea en su once.
Robusto, quizás, pero aún carente de creatividad, lo que vuelve al problema de que Bruno se ve involucrado en demasiadas tareas. Amorim aún no ha encontrado la forma de que su mejor jugador rinda al máximo para el equipo.
Mientras tanto, con el resto del equipo en apuros, tres delanteros caros siguen esperando las oportunidades para marcar los goles que llevarán al United de vuelta a donde quieren estar.
Si no marcan esta semana, contra el Grimsby de la League Two en la Carabao Cup y luego contra el Burnley en la Premier League el sábado, las alarmas volverán a sonar.
