La esperada celebración del béisbol en el Bristol Motor Speedway, conocida como el «Speedway Classic», se vio empañada por la lluvia el sábado por la noche, marcando un infortunado inicio para el encuentro entre los Atlanta Braves y los Cincinnati Reds.
El juego, que prometía ser histórico al ser el primer partido de temporada regular en Tennessee, fue suspendido en la primera entrada debido a las fuertes precipitaciones.
La suspensión se produjo después de una primera demora de 2 horas y 17 minutos, y se espera que el juego se reanude el domingo a la 1 p.m. ET.
Un inicio marcado por la lluvia
El evento, que combinó el béisbol con el ambiente de la NASCAR, comenzó con una ceremonia de lanzamiento de la primera bola a cargo de figuras del Salón de la Fama como Johnny Bench y Chipper Jones, junto con los pilotos de NASCAR Kyle Busch y Chase Elliott.
La lluvia causó problemas a los jugadores, con un bate saliendo volando de las manos de TJ Friedl y un lanzador luchando por mantener el equilibrio.
Vamos a suspender el juego de esta noche. Somos optimistas sobre un mejor pronóstico del tiempo para mañana.
Michael Hill, vicepresidente senior de operaciones en el campo de la MLB
La MLB había planeado este evento como parte de su estrategia para llevar el béisbol a lugares donde no se juega regularmente, siguiendo el éxito de los partidos en el «Field of Dreams» en Iowa.
El lanzador de los Reds, Andrew Abbott, incluso lució un traje de carreras de NASCAR modificado, mostrando su conexión con el mundo del automovilismo.
Antes de la lluvia, los aficionados disfrutaron de una gran variedad de actividades, incluyendo una noria de 110 pies, puestos de comida, música en vivo y oportunidades para fotos con el Trofeo del Comisionado.
Los jugadores fueron presentados en camionetas que rodeaban la pista de carreras antes de la suspensión del juego.
La lluvia obligó a los Braves a cambiar a su lanzador abridor, optando por Austin Cox en lugar de Spencer Strider.

Después de un primer retraso, el juego se reanudó brevemente, pero otra lluvia obligó a una nueva suspensión después de que Austin Hays impulsara una carrera para Cincinnati.
Más de 85,000 boletos fueron vendidos para el evento.
El primera base de los Braves, Matt Olson, expresó su asombro por la magnitud del evento.