El Éxito de los Thunder: Construcción, Humildad y un Título Histórico
La fotografía en la oficina de Sam Presti, directivo de los Oklahoma City Thunder, es un recordatorio constante. En ella, Bill Walsh, legendario entrenador de fútbol americano, yace en el suelo, aparentemente en paz, preparándose para un Super Bowl. Esta imagen ha servido de inspiración para Presti durante su gestión en los Thunder, pero en el momento crucial, previo al séptimo juego de las Finales de la NBA contra los Indiana Pacers, Presti optó por un enfoque diferente: tocar la batería.
En la música, Presti encontró la esencia de lo que había construido: el aprendizaje de la era de Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden, y la reconstrucción en torno a Shai Gilgeous-Alexander, Jalen Williams y Chet Holmgren. La mente de Presti siempre está enfocada en la construcción, excepto cuando se sumerge en la música, un espacio donde accede a una parte diferente de su cerebro, crucial para el éxito del equipo.
La similitud entre los dos equipos es notable: jóvenes, con un base dominante y un ala-pívot habilidoso. Sin embargo, Presti buscó la humildad en lugar del ego. Los primeros tres superestrellas finalmente necesitaron más espacio para crecer, mientras que las tres estrellas actuales de los Thunder disfrutan compartir el protagonismo, involucrando a todo el equipo en las celebraciones y entrevistas.
“Jalen Williams… es un jugador único en la vida. Sin él, sin sus actuaciones, sin sus grandes momentos, sin su tiro, su defensa, todo lo que aporta a este equipo, no ganamos este campeonato sin él. Esto es tanto mi MVP como el suyo”.
Shai Gilgeous-Alexander
Esta filosofía de unidad se extiende dentro y fuera de la cancha, creando un ambiente de diversión y camaradería. Este equipo es joven, pero ha logrado lo impensable: ganar un campeonato NBA en menos de 50 años. Williams, con 23 años, y el resto del equipo demostraron que la juventud no es un impedimento para el éxito.
Presti recuerda las Finales de 2012, y todo lo que ha aprendido de ellas. En su oficina, destacan frases como «EL CARÁCTER ES EL DESTINO», «CONSTRUIR ES INMORTAL» y «LA AGILIDAD ES LA CUALIDAD DE UN OPTIMISTA». Estas frases, inspiradas en diversas fuentes, reflejan su filosofía de construcción. Presti busca comprender cómo se crean las cosas y se enfoca en las personas que las hacen posibles.
La clave está en la preparación, y en la creencia en la juventud y la madurez. En el pasado, Presti se enfocó en maximizar el rendimiento de sus estrellas, pero esta vez, se dio cuenta de la madurez y el potencial del equipo. «Son jóvenes, pero su madurez, altruismo y verdadero amor mutuo son realmente únicos y especiales», afirmó Presti.
En la oficina de Presti, hay una imagen de Jalen Williams.
Mark Daigneault, el entrenador, ha sido clave en este proceso. Presti lo preparó para liderar la reconstrucción, inspirándose en la forma en que RC Buford y Gregg Popovich prepararon a Presti en San Antonio Spurs. Daigneault valoró la importancia de los orígenes del equipo, llevando a los jugadores al lugar donde comenzaron a entrenar, como un ejercicio de motivación y reconocimiento.
Daigneault recuerda una frase de Christopher Walken en la película «Poolhall Junkies»: «A VECES EL LEÓN TIENE QUE MOSTRAR A LOS CHACALES QUIÉN ES».
El verano de 2019 marcó el fin de una era y el comienzo de otra. Presti, tras traspasar a Westbrook y George, obtuvo a Gilgeous-Alexander y una serie de selecciones de draft que impulsaron la reconstrucción. Presti no imaginó que Gilgeous-Alexander se convertiría en MVP. Recordó el primer día que lo vio entrenando, sin equipación del equipo. Esa imagen, junto con la perseverancia de Gilgeous-Alexander, es un símbolo de su éxito.
Gilgeous-Alexander, conocido por su estilo, aprendió de su madre la importancia de la imagen y la representación. En el juego decisivo, priorizó la victoria sobre la apariencia, demostrando su compromiso total.
La oficina de Presti, inspirada en la cabaña de Henry David Thoreau, es un espacio de reflexión y simplicidad. Un lugar para pensar sin sobrepensar, un refugio de las lecciones aprendidas y un espacio para construir de manera diferente, con el objetivo de perdurar.