La WNBA en la Encrucijada: Negociaciones Clave para el Futuro
En el mundo del baloncesto femenino, las negociaciones del convenio colectivo (CBA) de la WNBA se encuentran en un momento crucial. Mientras la liga busca consolidar su crecimiento y asegurar la prosperidad de sus jugadoras, las posturas de la gerencia y la asociación de jugadoras divergen en ciertos puntos clave. Adam Silver, comisionado de la NBA, y Cathy Engelbert, comisionada de la WNBA, han intentado presentar una imagen de unidad, pero las tensiones son evidentes.
La asociación de jugadoras ha adoptado una postura más enérgica, expresando sus preocupaciones públicamente y criticando las tácticas de negociación de la liga. Napheesa Collier, miembro del comité ejecutivo, ha sido particularmente crítica con el liderazgo de Engelbert.
En respuesta, la WNBA ha defendido su posición, destacando el crecimiento financiero de la liga. Con el aumento en el valor de las franquicias, un nuevo acuerdo televisivo que comienza en 2026 y la expansión a 18 equipos para 2030, la WNBA parece estar en su mejor momento desde su lanzamiento en 1997.
La perspectiva de la gerencia se centra en la necesidad de mantener el crecimiento financiero para asegurar la rentabilidad y recompensar a las jugadoras, quienes son el motor principal de este crecimiento.
La fecha límite original del 31 de octubre para el CBA se extendió 30 días, hasta finales de noviembre. A medida que avanzan las negociaciones, se examinan los puntos clave en juego para las jugadoras y la perspectiva de la gerencia.

Cathy Engelbert asumió el cargo de comisionada de la WNBA en julio de 2019, justo en medio de las negociaciones del CBA anterior. Seis años después, la liga ha experimentado un crecimiento significativo, incluyendo un acuerdo de derechos de medios de $2.2 mil millones y la expansión a 18 equipos para 2030.
Sin embargo, los últimos meses han sido turbulentos para Engelbert, con críticas a la gestión y al arbitraje. La comisionada ahora se enfrenta a la tarea de negociar un acuerdo que aumente significativamente los salarios y la compensación de las jugadoras, incentivando la inversión de los propietarios y asegurando la viabilidad a largo plazo de la liga.
En cuanto a su futuro, Engelbert ha expresado su determinación de solucionar los problemas y no rendirse. Sin embargo, su continuidad dependerá en última instancia de las decisiones de Adam Silver y los propietarios.

Adam Silver, comisionado de la NBA, ha sido testigo del desarrollo y lanzamiento de la WNBA. Su objetivo es que la WNBA opere de manera independiente bajo el paraguas de la NBA. El progreso financiero de la WNBA en los últimos años ha llevado a Silver a involucrarse más, especialmente con el interés de más franquicias de la NBA en la liga femenina.
La situación en curso con el equipo Connecticut Sun, sobre su posible venta o traslado, es un ejemplo de los desafíos que enfrenta la liga.
Silver, al igual que su predecesor David Stern, quiere que la WNBA se consolide financieramente como una parte importante de la marca global de la NBA. Este CBA podría definir su legado en la WNBA.

Los propietarios de la WNBA se dividen en dos categorías: millonarios y multimillonarios. Joe Tsai, propietario de los New York Liberty, es un ejemplo de un propietario dispuesto a invertir en su equipo para convertirlo en una franquicia de clase mundial. Otros propietarios como Joe Lacob (Golden State Valkyries), Mark Davis (Las Vegas Aces) y Mat Ishbia (Phoenix) comparten esta visión.
Estos propietarios, que también poseen equipos de la NBA u otros deportes profesionales, ven a la WNBA como una inversión y están dispuestos a dar a las jugadoras una mayor parte de los ingresos.

Los propietarios independientes, como los de los Seattle Storm y Connecticut Sun, han sido cruciales para mantener a flote la WNBA. Estos propietarios suelen tener recursos más limitados y se centran en controlar los gastos y mantener la igualdad de condiciones.
La expansión de la liga a 18 equipos, con la llegada de Portland y Toronto en 2026, añade una nueva dimensión a las negociaciones del CBA.

La expansión a nuevos equipos, como Portland Fire y Toronto Tempo, que comenzarán a jugar en 2026, depende en gran medida del nuevo CBA, ya que las reglas para el draft de expansión deben ser acordadas.

Los gerentes generales, aunque no están directamente en las negociaciones, se ven directamente afectados por las reglas del CBA. El límite salarial y las normas de construcción de plantillas impactan sus decisiones.
Los gerentes generales están atentos a la flexibilidad que el nuevo CBA podría ofrecerles, especialmente en lo que respecta a la gestión de las plantillas y los traspasos.

Los entrenadores, como Cheryl Reeve, Sandy Brondello y Becky Hammon, también se ven impactados por el CBA. Este acuerdo afectará aspectos como la priorización de las jugadoras, el tamaño de las plantillas y la mejora del arbitraje.
Los entrenadores, que han sido jugadoras o asistentes en la NBA, quieren que la WNBA sea financieramente estable y continúe su crecimiento. Su experiencia les proporciona una perspectiva valiosa sobre los desafíos y oportunidades de la liga.








