Wimbledon: La Batalla Legal Fuera de la Cancha
Mientras los aficionados se enfocan en el tenis de Wimbledon, una batalla legal de alto calibre se libra en los tribunales de Londres. El All England Lawn Tennis and Croquet Club se enfrenta al grupo «Save Wimbledon Park» en una revisión judicial que podría definir el futuro del prestigioso torneo.
El centro de la disputa es el ambicioso plan de expansión del club, valorado en 200 millones de libras esterlinas (aproximadamente 272.9 millones de dólares). Este proyecto busca aumentar la capacidad diaria a 50,000 personas, mejorar las instalaciones y trasladar las rondas de clasificación al sitio, siguiendo el ejemplo de otros Grand Slams.

El plan, que ha generado controversia en la comunidad local, es la última etapa de una larga disputa que divide al «pueblo» del suroeste de Londres, sede del campeonato desde 1877.
En septiembre pasado, el AELTC obtuvo el permiso de planificación de la Autoridad del Gran Londres para triplicar el tamaño del sitio principal, incluyendo 39 nuevas canchas y una cancha de exhibición con 8,000 asientos. Esto implicaría la remodelación de un antiguo campo de golf en terrenos ya propiedad del club.
El plan cuenta con el respaldo de jugadores destacados, así como de un porcentaje significativo de los residentes de Merton y Wandsworth, los distritos londinenses que comparten el nuevo sitio.
«Nuestra confianza en el desarrollo y las propuestas en las que hemos estado trabajando durante muchos años es tan fuerte como siempre», declaró Jamie Baker, director del torneo de Wimbledon.
Jamie Baker, director del torneo de Wimbledon
Sin embargo, la revisión judicial de esta semana determinará si la decisión de la Autoridad del Gran Londres de otorgar el permiso de planificación fue legal.
Los opositores al desarrollo, argumentan que los planes del club podrían causar daños ambientales y generar importantes perturbaciones en la zona.

El grupo «Save Wimbledon Park» argumenta que la Autoridad del Gran Londres no consideró los acuerdos previos del AELTC, incluidas las restricciones sobre la remodelación de la tierra. También creen que no se tuvo en cuenta el estatus de «Confianza de Recreación Pública» del terreno.
El AELTC, por su parte, asegura que los planes mejorarán la biodiversidad del parque y devolverán partes del mismo al uso público.
La batalla legal en curso decidirá el futuro de Wimbledon y su expansión.