Marsch Acusa a Jugadores del Vancouver Whitecaps de «Envenenamiento» en México
El director técnico de la selección de Canadá, Jesse Marsch, ha expresado su preocupación por la salud de los jugadores del Vancouver Whitecaps, sugiriendo que fueron «envenenados» durante su viaje a México para la final de la Concacaf Champions Cup.
La acusación surge a raíz de la derrota del equipo canadiense ante el Cruz Azul en la final de la Champions Cup, donde fueron superados por un marcador de 5-0.
El Vancouver Whitecaps emitió un comunicado el jueves, informando que varios jugadores y miembros del personal reportaron síntomas gastrointestinales tras su regreso de México.
Marsch señaló que este incidente es el segundo año consecutivo que un equipo de la MLS reporta problemas de salud en México durante la final de la Champions Cup.
Es indignante que por segundo año consecutivo se permita que un equipo de la MLS vaya a México para una final importante y sea envenenado.
Jesse Marsch
Marsch mencionó que Ali Ahmed, Sam Adekugbe y Jayden Nelson, jugadores del Whitecaps que forman parte de la selección canadiense, se vieron afectados y podrían no estar en condiciones óptimas para jugar los 90 minutos.
La Concacaf no ha emitido comentarios al respecto, y el Cruz Azul no ha respondido a las solicitudes de declaraciones.
Una fuente indicó que el Vancouver Whitecaps no ha presentado ninguna queja formal ni solicitud de investigación.

El entrenador del Whitecaps, Jesper Sorensen, declaró que no cree que su equipo haya sido envenenado intencionalmente.
El director deportivo del Vancouver, Axel Schuster, informó que el análisis del equipo sobre lo sucedido está en curso, pero las primeras indicaciones sugieren que el problema se originó después del partido, durante el viaje de regreso a Canadá.
Schuster destacó que el equipo tenía un control total sobre la comida consumida antes del partido y que algunos miembros del equipo que no viajaron en el vuelo chárter no presentaron síntomas.
Schuster añadió que la situación de este año es diferente a la del Columbus Crew en la final del año anterior, donde ya existían problemas antes del partido.
Marsch admitió no tener pruebas de envenenamiento, pero enfatizó que la repetición de incidentes es sospechosa.