Preocupación por el Nuevo Estadio del Inter de Milán: La Burocracia Italiana en el Punto de Mira
El presidente del Inter de Milán, Giuseppe Marotta, ha expresado su preocupación sobre los posibles retrasos en la construcción del nuevo estadio San Siro, cuya finalización está prevista para 2030. La lentitud de la burocracia italiana podría afectar el proyecto.
El Inter y el AC Milan adquirieron el estadio y sus alrededores de la ciudad el miércoles. Este acuerdo financiero permite a los clubes de la Serie A demoler el estadio actual y construir un nuevo recinto con capacidad para 71,500 espectadores.
El objetivo es que el nuevo estadio esté listo para cuando Italia co-organice el Campeonato Europeo de 2032 con Turquía.
Es evidente que el objetivo es estar listos mucho antes del inicio de la Eurocopa 2032 para asegurar que este nuevo estadio pueda ser utilizado durante el campeonato.
Giuseppe Marotta
Marotta participó en el Football Business Forum en Milán y criticó la burocracia italiana. Señaló que mientras en los últimos 15 años se han construido 50 estadios en Europa con una inversión de alrededor de 20 mil millones de euros, en Italia solo se han modernizado tres estadios.
No creo que el principal problema sea la necesidad de tener más dinero, sino la lentitud de la burocracia aquí.
Giuseppe Marotta
Los clubes de Milán son propiedad de empresas estadounidenses: el Milan por RedBird y el Inter por Oaktree.

Los clubes ya han anunciado acuerdos con las firmas de arquitectura Foster + Partners y Manica para diseñar el nuevo estadio, que formará parte de un proyecto que cubrirá más de 3 millones de pies cuadrados.
El acuerdo para comprar San Siro se valoró en 197 millones de euros (226 millones de dólares), y el presidente del Milan, Paolo Scaroni, dijo que los clubes invertirían más de mil millones de euros en la construcción del nuevo estadio.
Se estima que cada club podría obtener hasta 180 millones de euros (208 millones de dólares) al año del nuevo estadio, más del doble de sus aproximadamente 80 millones de euros (93 millones de dólares) cada uno. El aumento de los ingresos provendría de atraer a turistas en días sin partidos, así como de albergar conciertos y otros eventos, y potencialmente vender los derechos de nombre del nuevo estadio.
Queremos construir el mejor estadio de Europa porque Milán es una de las capitales del fútbol en Europa y necesita y merece tener una infraestructura fenomenal.
Paolo Scaroni
Scaroni añadió que el objetivo es crear un lugar donde siempre haya actividad, con restaurantes, hoteles y actividades comerciales.





