La derrota del Chelsea ante el Bayern Múnich evocó una sensación de familiaridad preocupante. Con el marcador ya definido en el minuto 70, los aficionados bávaros celebraban cada pase con un «Olé», anticipando la victoria. A pesar del esfuerzo y la determinación mostrados en Múnich, la defensa del Chelsea se desmoronó en los momentos cruciales, permitiendo que Harry Kane y sus compañeros del Bayern capitalizaran la situación y se llevaran la victoria por 3-1.
El partido se desarrolló en un ambiente tenso, con ambos equipos jugando con líneas altas, arriesgando y buscando la recompensa en cada jugada. Con los copropietarios Behdad Eghbali y Todd Boehly presentes en el estadio, el Chelsea comenzó con buen pie, presionando al Bayern con una intensidad similar a la vista en la victoria en el Mundial de Clubes de la FIFA contra el Paris Saint-Germain, con Malo Gusto destacando en la banda derecha.
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La situación cambió drásticamente cuando el juego dejó de favorecer al Chelsea. Kane y Michael Olise aprovecharon la situación para desestabilizar la optimista actuación del Chelsea, dándoles una dura bienvenida a la UEFA Champions League tras dos temporadas de ausencia.
Los errores defensivos del Chelsea fueron determinantes. Aunque la presión en ataque fue intensa, los tres goles del Bayern se originaron en fallos defensivos del Chelsea. En el primer gol, tras un balón suelto, Joshua Kimmich encontró a Olise, quien con una jugada elaborada, envió un pase que, tras ser desviado por Trevoh Chalobah, terminó en propia puerta. En el segundo gol, Olise habilitó a Kane, quien superó a Moisés Caicedo, y posteriormente fue derribado en el área. Kane convirtió el penalti, poniendo el marcador 2-0 a favor del Bayern. El Chelsea descontó con una excelente jugada que culminó Cole Palmer, tras una asistencia de Gusto.
El Chelsea no logró mantener el ritmo, mostrando frustración y poca amenaza en la segunda mitad. El Bayern, en cambio, tomó el control, con cambios tácticos del entrenador Enzo Maresca que no surtieron efecto. Tras una destacada parada de Sánchez ante Olise, Kane anotó su segundo gol en el minuto 63, aprovechando un error de Gusto, sellando el 3-1.
Con 10 goles en seis partidos esta temporada, el rendimiento goleador de Kane es impresionante. Su desempeño en el campo destaca su calidad como un verdadero fenómeno del fútbol.

Los goles del Bayern fueron evitables, ya que encontraron espacios entre Reece James, en su posición de mediocampista defensivo improvisado, y la línea defensiva del Chelsea.
El Chelsea llegó al partido con optimismo, siendo el campeón del mundo. Sin embargo, repitieron errores similares a los que el Brentford aprovechó en el empate del sábado, donde el Chelsea fue sorprendido en el contraataque y falló en la defensa. La fragilidad defensiva del Chelsea fue evidente. Hay esperanza con la recuperación de Wesley Fofana, el regreso de Benoît Badiashile, y el prometedor talento de Jorrel Hato. James necesita volver a su posición de lateral derecho, dejando atrás el experimento del mediocampo defensivo.
Hubo aspectos positivos, como la destacada actuación de Gusto en ataque y el buen desempeño de Palmer. El gol de Palmer fue excepcional, pero otro gol fue anulado por fuera de juego. El equipo parece estar en proceso de adaptación, y este partido contra el Bayern fue una lección dura.
Para el Bayern, fue un partido más. A pesar de un inicio de temporada turbulento, el Bayern suma cuatro victorias consecutivas, incluyendo un 5-0 contra el Hamburgo. Sin embargo, han tenido problemas con las lesiones de Alphonso Davies, Jamal Musiala e Hiroki Itō.
Durante el verano, el Bayern vio partir a Thomas Müller, Leroy Sané, Kingsley Coman, João Palhinha y Mathys Tel. Contrataron a Luis Díaz, Jonathan Tah y Tom Bischof, pero no lograron fichar a Florian Wirtz y Nick Woltemade.
Necesitaron el fichaje de último momento de Nicolas Jackson del Chelsea para reforzar su ataque. Hubo tensiones internas y críticas, aunque los jugadores siguieron adelante. Kane admitió que la plantilla era pequeña, y Kimmich describió la profundidad como «delgada».
En el partido contra el Chelsea, Josip Stanisic jugó de nuevo como lateral izquierdo, tras la lesión de Raphaël Guerreiro. La plantilla se vio aún más afectada con la salida de Tah en el descanso y la lesión de Stanisic. A pesar de ello, mantuvieron el ritmo.
Uli Hoeneß, miembro del consejo de supervisión del Bayern, sugirió que el equipo era «underdog» en la Champions League. Sin embargo, el Bayern demostró su potencial. Son un rival difícil, con Kimmich controlando el juego y Díaz y Olise atacando con entusiasmo. Olise es el favorito de la afición, y Kane sigue siendo letal. La pregunta es si pueden lidiar con una crisis de lesiones, compitiendo en tres frentes. La clave estará en la gestión de Vincent Kompany.
El Chelsea necesita solucionar sus problemas defensivos. El Bayern, por su parte, debe seguir haciendo lo que mejor sabe hacer: ganar. Aunque, con cautela, esperan que todos sus jugadores se mantengan en forma.