Fallece Lenny Wilkens, Leyenda del Baloncesto con una Trayectoria Inigualable
El mundo del baloncesto lamenta la pérdida de Lenny Wilkens, un jugador y entrenador que dejó una huella imborrable en la historia de este deporte. Wilkens, reconocido por su elegancia en la cancha y su habilidad para liderar equipos, falleció el pasado domingo a la edad de 88 años.
Wilkens fue un jugador excepcional durante 15 temporadas, siendo seleccionado para el All-Star en nueve ocasiones. Su visión de juego y capacidad para asistir a sus compañeros lo convirtieron en un referente. Además, fue jugador-entrenador durante cuatro temporadas, demostrando su capacidad para adaptarse y liderar desde diferentes roles.
Su transición al rol de entrenador a tiempo completo fue igualmente exitosa. Lideró a los Sonics a la victoria en el campeonato de la NBA en 1979 y fue galardonado como Entrenador del Año en 1994. Su legado como entrenador se extiende a lo largo de 2,487 partidos dirigidos, la mayor cantidad en la historia de la NBA.
Wilkens fue uno de los pocos en ser honrado en el Salón de la Fama del Baloncesto Naismith tanto como jugador como entrenador, junto a figuras como John Wooden y Bill Russell.
«Lenny Wilkens representó lo mejor de la NBA, como jugador del Salón de la Fama, entrenador del Salón de la Fama y uno de los embajadores más respetados del juego», declaró Adam Silver, comisionado de la NBA.
Adam Silver

Wilkens creció en Brooklyn, Nueva York, y su camino hacia el éxito estuvo marcado por la perseverancia. A pesar de no jugar en el equipo de su escuela secundaria hasta su último año, logró obtener una beca en Providence College, donde se convirtió en una estrella.
Fue seleccionado en la primera ronda del draft de 1960 por los St. Louis Hawks. Posteriormente, jugó en los SuperSonics, donde se convirtió en una figura clave. Antes de la temporada 1969-70, asumió el rol de jugador-entrenador, una decisión que marcó el inicio de una exitosa carrera como entrenador.
Su legado como entrenador incluye haber llevado a los Sonics a las Finales de la NBA en 1978 y ganar el campeonato en 1979. Tras una temporada como entrenador en Portland, regresó a Seattle, consolidando su estatus como una leyenda.

Wilkens fue un líder en la comunidad, y su impacto en el baloncesto se extendió más allá de la cancha. Fue un gran comunicador y defensor de los entrenadores.
En 1995, superó a Red Auerbach como el entrenador con más victorias en la historia de la NBA, un récord que mantuvo hasta ser superado por Don Nelson y posteriormente por Gregg Popovich.
Después de 32 temporadas como entrenador, Wilkens se retiró con récords impresionantes. Su habilidad para construir equipos competitivos, incluso sin superestrellas, fue una de sus mayores fortalezas.
Wilkens fue un pionero, un hombre que rompió barreras y dejó un legado de éxito y respeto en el mundo del baloncesto.
Wilkens fue incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto Naismith en 1989 como jugador y en 1998 como entrenador. También fue incluido en 2010 como entrenador asistente del Dream Team olímpico de 1992.
Wilkens se retiró en Medina, Washington, y durante 17 años dirigió la Asociación de Entrenadores de la NBA. Su fundación, la Lenny Wilkens Foundation, ha recaudado millones en Seattle, donde sigue siendo un ícono por haber llevado un título a los SuperSonics.




