A cinco años del fallecimiento de Maradona: Revelaciones del juicio y el estado de salud del astro
Buenos Aires – A cinco años del fallecimiento de Diego Armando Maradona, el juicio que buscaba esclarecer las responsabilidades en su muerte ha revelado detalles cruciales sobre el estado de salud del ídolo y las circunstancias que rodearon su trágico final.
Maradona, quien falleció el 25 de noviembre de 2020, meses después de cumplir sesenta años, se encontraba bajo cuidados médicos en una residencia en las afueras de Buenos Aires. Un equipo de ocho profesionales de la salud, actualmente en el banquillo de los acusados, eran los responsables de su atención.
El juicio, inicialmente anulado debido al desempeño de la jueza Julieta Makintach, expuso la delicada condición de salud de Maradona.

La autopsia reveló graves patologías que comprometían su salud.
Hallazgos de la autopsia
La autopsia reveló una cirrosis hepática, una patología pulmonar de larga data, un «aumento monstruoso de la cavidad abdominal» y severas alteraciones en sus riñones y, especialmente, en el corazón, el cual pesaba más del doble de lo normal. La causa de la muerte fue un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada».
A principios de noviembre de 2020, Maradona se recuperaba de una cirugía en la Clínica Olivos. Sus hijas afirmaron que, al momento del alta, el neurocirujano Leopoldo Luque, médico a cargo del equipo, fue quien las convenció de continuar con los cuidados en un domicilio particular, en lugar de una clínica de rehabilitación como se había recomendado.
La calidad de la atención médica recibida por el exfutbolista entre el 11 y el 25 de noviembre es clave para determinar si su muerte era evitable y las responsabilidades de los profesionales de la salud involucrados.
Falta de equipamiento y promesas incumplidas
Dalma Maradona declaró que se les prometieron cuidados similares a los de la Clínica Olivos, acusando a los médicos de engañar a la familia. Testigos afirmaron que la ambulancia de alta complejidad prometida solo estuvo presente los primeros dos días. La residencia, que no cumplía con los requisitos de movilidad reducida, carecía de equipo médico de emergencia, como un desfibrilador.
Gianinna Maradona denunció que la «internación domiciliaria seria» prometida fue en realidad «una puesta en escena nefasta».

Tratamiento centrado en adicciones y desatención de otras patologías
La autopsia reveló que Maradona no tenía alcohol ni drogas en sangre. Sin embargo, un perito destacó un «edema generalizado», una acumulación de líquido que, según el especialista, tardó al menos diez días en desarrollarse. Gianinna denunció que Luque ignoró sus alertas sobre el deterioro de su padre.
Últimas horas y muerte en soledad
Maradona fue controlado clínicamente por última vez a las 00:30 del 25 de noviembre. Su muerte fue reportada a la Policía a las 13:00 de ese día. Los enfermeros dormían en un cuarto alejado, dificultando la asistencia en caso de emergencia. El primer médico que intentó reanimarlo estimó que el astro había fallecido hacía «una o dos horas». Un perito forense sugirió que el corazón del futbolista mostró signos de una «larga agonía», de hasta doce horas.
Las hijas del astro denunciaron que el asistente y apoderado legal de Maradona, Maximiliano Pomargo, obstaculizaba el contacto con su padre. En los últimos días, la familia se abstuvo de visitarlo, siguiendo las recomendaciones médicas que indicaban que necesitaba «estar tranquilo».








