El Octágono: El Escenario de la Batalla en el UFC
En el mundo del UFC, el octágono es más que un simple recinto; es el epicentro donde la brutalidad y la destreza se fusionan. En la segunda ronda de un combate desigual entre Khaos Williams y Andreas Gustafson, la sangre tiñe la lona, marcando el territorio de una batalla implacable. La escena, digna de una investigación forense, revela la intensidad de la lucha, con la sangre salpicando cada rincón del cuadrilátero.
Después de la victoria de Gustafson, el personal del UFC, ataviado con guantes y trajes negros, se adentra en el octágono para limpiar la escena del crimen. Con toallas blancas, intentan absorber la sangre, un espectáculo que a menudo se reserva para los combates estelares de la noche.
El lienzo, con su superficie adherente, es testigo de cada batalla. Los luchadores, en sus esquinas, escupen agua para evitar quedar inmóviles. Los trabajadores del UFC se esfuerzan por limpiar la sangre, sabiendo que cada evento deja una huella única en la lona, una narrativa visual de la noche.
Gracias a los «Octo Bros», el espectáculo continúa. Ellos son los guardianes del octágono, un equipo que viaja por el mundo para asegurar que cada evento del UFC se desarrolle sin problemas.

El octágono moderno es una evolución de la jaula original del UFC 1 en 1993.
El Legado del Octágono
Desde el UFC 1 en 1993 hasta el UFC 316 en 2025, el octágono ha sido el escenario invariable de cada combate. Es el equivalente a un campo de juego único para todos los equipos de la NFL, o a todos los juegos de la MLB jugados en Fenway. Dana White y los hermanos Fertitta, al adquirir el UFC en 2001, mantuvieron el octágono, a pesar de las críticas y la necesidad de legitimación del deporte.
«La jaula proporciona seguridad», afirmó White.
Dana White
El octágono, con sus constantes mejoras, se ha convertido en una superficie de combate moderna y compleja, mantenida por un equipo eficiente. Los «Octo Bros», con sus matrículas personalizadas, son los responsables de esta tarea, gestionando seis octágonos móviles y uno más pequeño en el centro Apex de Las Vegas.

Los Arquitectos del Octágono
Alex Baez, el líder de los «Octo Bros», es el arquitecto principal del octágono moderno. Con dos décadas de experiencia, Baez conoce cada detalle de la jaula. Su obsesión por la perfección se refleja en cada aspecto de su trabajo, desde el diseño hasta el mantenimiento.
El equipo de Baez, compuesto por Ako Savelio, Brandon Zvulun y Edgar Vartanian, comparte su dedicación. Savelio, con su risa contagiosa y su amor por la música, aporta un ambiente positivo. Vartanian, con su ojo para los detalles, es una pieza clave en el equipo. Zvulun, con su fuerza y determinación, completa la unidad.
La construcción del octágono es un proceso meticuloso, que implica la colocación de piezas móviles, la instalación de vigas de soporte y la colocación de la lona. Cada paso está diseñado para garantizar la seguridad y el rendimiento de los luchadores.

La Noche de Combate
En la noche de combate, los «Octo Bros» realizan una inspección final. El espectáculo comienza, y ellos se posicionan en sus lugares designados: uno en cada esquina para abrir y cerrar las puertas, uno moviéndose por el exterior y otro en descanso.
La adrenalina es alta, y los «Octo Bros» deben actuar con rapidez y precisión. El tiempo es crucial, y cada segundo cuenta. La seguridad es primordial, y los golpes no se detienen.
La noche transcurre con combates emocionantes. La presencia de figuras destacadas, como Donald Trump, añade un toque especial al evento. La victoria de Kevin Holland, seguida de un salto sobre la jaula, genera controversia y refuerza la importancia de la seguridad.

La noche culmina con combates de campeonato, donde la tensión alcanza su punto máximo. La puerta del octágono se cierra, y la batalla comienza. Cada combate es único, cada momento es inolvidable.
Después de las entrevistas, los «Octo Bros» se preparan para desmontar el octágono. El proceso es rápido y eficiente. El trabajo no se detiene, y el ciclo continúa. La jaula se desmonta y se prepara para el próximo evento.

El acceso VIP al octágono es una experiencia codiciada. Los asistentes tienen la oportunidad de pisar la lona y tomar fotografías. Los «Octo Bros» aprovechan la ocasión para desmontar la jaula, asegurando la eficiencia en cada paso.
La perfección de Baez se manifiesta en cada detalle. La eficiencia del embalaje del octágono es una obra de arte. La dedicación de los «Octo Bros» es evidente en cada evento. La noche termina, y el ciclo se repite.