Ryne Sandberg: Un Ícono del Béisbol Deja un Legado Inolvidable
El mundo del béisbol lamenta la pérdida del legendario segunda base de los Chicago Cubs, Ryne Sandberg, quien falleció el lunes a los 65 años tras una larga batalla contra el cáncer. Sandberg, conocido por su potencia, velocidad y destreza defensiva, fue el rostro de los Cubs durante 15 temporadas y un ídolo para los aficionados del deporte.
Diagnosticado con cáncer de próstata en enero de 2024, Sandberg continuó vinculado a los Cubs hasta la pretemporada de 2025, demostrando su característica combinación de fuerza y elegancia, tanto dentro como fuera del campo.
En medio del duelo por esta leyenda, figuras cercanas a Sandberg han compartido valiosas anécdotas que revelan su impacto.
«Ryno estaría allí a las 9 a.m.»
Larry Bowa
Tras ser cambiado de los Philadelphia Phillies a los Cubs en enero de 1982, Sandberg, con su ética de trabajo inquebrantable, se transformó de un novato con poca potencia en Filadelfia a una superestrella en Chicago. Su compromiso con la mejora constante fue evidente desde el principio.
Bowa recuerda las largas horas que Sandberg dedicaba a entrenar, trabajando incansablemente para perfeccionar su juego. El mánager Jim Frey le exigía golpear la pelota con fuerza sobre el toldo, un ejercicio que Sandberg cumplía disciplinadamente, desarrollando así su capacidad para batear con potencia.
La consistencia de Sandberg fue clave para su éxito. En 1984, fue nombrado Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, tras batear .314 con 19 jonrones y 19 triples, robando 32 bases y liderando a los Cubs a su primera aparición en postemporada en 39 años.
Bobby Dernier, compañero de equipo y amigo cercano, destacó la consistencia de Sandberg, así como su habilidad para robar bases y anotar carreras.
Sandberg dejó una huella imborrable en la historia del béisbol con el icónico «Sandberg Game» el 23 de junio de 1984, donde conectó dos jonrones para empatar el juego contra el cerrador Bruce Sutter, antes de que los Cubs ganaran en la undécima entrada.
Gary Matthews, otro compañero, recordó su impacto: «Era grandioso en todo lo que hacía. Yo bateaba detrás de él y siempre estaba en base».
Sandberg conectó 282 jonrones en su carrera, pero su impacto trascendió la ofensiva. Ganó nueve Guantes de Oro consecutivos y tuvo una racha de 123 juegos sin errores.
El legado de Sandberg se extiende más allá del campo. Su carácter y forma de ser fueron muy valorados por quienes lo conocieron.
«Es un ser humano excepcional», afirmó Bowa. «Su fortaleza mental es increíble».
Larry Bowa
John Smoltz, también exaltado al Salón de la Fama, resaltó su humildad y la integridad con la que representó al deporte.
Dernier lo describió como «alegría» y recordó con cariño su impacto en el equipo.
Dentro del vestuario, Sandberg también era conocido por sus bromas y travesuras. Matthews recordó sus bromas con las sillas de director, y Bowa añadió que «era muy callado con ustedes (los medios) pero no con nosotros».
Después de su etapa como jugador, Sandberg fue mánager de los Philadelphia Phillies de 2013 a 2015, antes de regresar a Chicago, donde compartió su sabiduría con las nuevas generaciones de Cubs.
Nico Hoerner, actual segunda base de los Cubs, destacó su humildad y su disposición a compartir sus conocimientos.
Dansby Swanson enfatizó su calidad humana: «Un ser humano increíble y alguien a quien estoy muy agradecido de haber conocido».
Matt Shaw, un joven jugador, recordó la importancia de la perseverancia que Sandberg le transmitió.