Las Rosas Rojas Conquistan el Mundo del Rugby Femenino
En un torneo que redefinió los límites del deporte, Inglaterra, con la presión de ser la favorita, demostró su valía y se coronó campeona de la Copa del Mundo de Rugby Femenino. El equipo, conocido como las «Red Roses», se impuso ante una multitud récord, consolidando su lugar en la historia del rugby.
La fortaleza mental y la convicción inquebrantable fueron claves para que Inglaterra obtuviera su tercer título mundial. Este triunfo llega tras la decepción sufrida hace tres años, cuando perdieron por tres puntos ante las Black Ferns. Desde la llegada de John Mitchell como entrenador, el equipo se enfocó en esta fecha, el 27 de septiembre, y cumplió con las expectativas.

La presión era palpable, pero las Red Roses supieron manejarla. Desde el inicio del torneo, superaron a Estados Unidos, Samoa, Australia y Escocia, demostrando su capacidad para rendir en momentos clave. La cohesión y la gestión de la presión fueron determinantes para el éxito del equipo.
“Nuestra cultura nos guio hacia esto”, declaró Mitchell.
John Mitchell
El enfoque en la cultura del equipo, donde la identidad de cada jugadora es valorada independientemente de su participación en el campo, fue fundamental. Jugadoras como Emily Scarratt y Marlie Packer, junto con el resto del equipo, demostraron un compromiso colectivo para alcanzar la victoria.

La final, disputada contra Canadá, fue un encuentro tenso. A pesar de que Canadá tomó la delantera inicialmente, Inglaterra reaccionó con un esfuerzo individual de Ellie Kildunne y el trabajo en equipo de las delanteras. La ventaja de 21-7 al medio tiempo reflejaba la superioridad de las Red Roses.
Aunque Canadá intentó reaccionar, Inglaterra mantuvo la calma y aseguró la victoria. Zoe Aldcroft expresó la emoción del equipo, destacando la inspiración que buscaban transmitir al país y la confianza en cada jugadora. El triunfo de las Red Roses es un momento histórico para el rugby femenino y un ejemplo para las jóvenes deportistas.

Este verano ha sido excepcional para el deporte femenino en Inglaterra, y este triunfo de las Red Roses es un momento de inspiración para las nuevas generaciones. Las jugadoras, con sus historias de superación y perseverancia, han demostrado que, cuando la presión es máxima, Inglaterra siempre cumple.