En su debut en las Grandes Ligas, Nolan McLean no necesitó convertirse en héroe para los Mets, según el mánager Carlos Mendoza. El equipo solo buscaba un buen desempeño que les diera la oportunidad de vencer a los Marineros de Seattle y, quizás, encender una reacción después de dos meses de bajo rendimiento.
McLean cumplió con las expectativas, ponchando a ocho bateadores y mostrando su destreza defensiva en 5 entradas y un tercio sin permitir carreras, en la victoria de los Mets por 3-1 en el Citi Field. Esta victoria, la tercera en 17 juegos, rompió una racha de tres derrotas consecutivas. La energía que generó McLean fue un factor clave, algo que había faltado en el equipo en las últimas semanas.
Definitivamente algo que quizás estábamos echando de menos. Especialmente con lo duro que ha sido este tramo. Definitivamente lo sentimos hoy.
Carlos Mendoza
El lanzador derecho de 24 años, conocido por su habilidad para hacer girar la pelota, llegó a Queens el viernes para adaptarse. Los Mets, necesitando espacio en la plantilla, designaron a Paul Blackburn para asignación después de la derrota del viernes. El sábado, McLean se convirtió en el lanzador número 43 en subir al montículo para los Mets esta temporada, un récord de la franquicia.
Impresionante. Increíble. Prácticamente todo lo que hemos oído hablar de él, los informes que seguimos recibiendo sobre él. Presencia en el montículo. Comportamiento. Ataque. La forma en que utiliza todos sus lanzamientos.
Carlos Mendoza
McLean impresionó desde el principio, ponchando a Randy Arozarena con un lanzamiento cortado. Terminó su primera entrada ponchando a Josh Naylor con una curva que alcanzó las 3.379 revoluciones por minuto (RPM), una cifra excepcional en las Grandes Ligas.
Salió y estuvo tranquilo. Desde ayer, estaba tranquilo. Ejecutó desde el primer lanzamiento.
Francisco Lindor
En la tercera entrada, McLean demostró su atletismo y habilidad defensiva al detener con la espalda un batazo de Julio Rodríguez con las bases llenas y un out. Con calma, lanzó la pelota a segunda base para iniciar un doble play que terminó la entrada, escapando de su primera situación difícil.
Creo que la pelota me encontró en esa jugada. Tuve un poco de suerte. Me golpeó el guante. No fue algo que se planeara, pero funcionó.
Nolan McLean
McLean ponchó a Rodríguez, uno de los bateadores más destacados desde julio, con su lanzamiento número 91. Mendoza sacó a McLean del juego, recibiendo abucheos de la afición, algo que el mánager agradeció.
Los escuché fuerte y claro. Y si estuviera en las gradas, también me abuchearía. Lo entiendo completamente. Pero, tengo la responsabilidad de ganar partidos. Pero, estamos hablando de uno de nuestros mejores prospectos que está haciendo su debut en las Grandes Ligas. Tenemos un plan. Y tuve que tomar una decisión. Pero todavía los amo.
Carlos Mendoza
La ovación para McLean fue ensordecedora, mientras dejaba el montículo. Mantuvo a los Marineros con solo dos hits, cuatro bases por bolas y ponchó con sus diferentes lanzamientos. Todo fue necesario para contrarrestar al lanzador de los Marineros, Bryan Woo, quien permitió una carrera en seis entradas.
Surrealista. No podría haberlo soñado mejor.
Nolan McLean
Para evitar otra derrota, Mendoza reemplazó a McLean con Gregory Soto, quien aseguró cinco outs. Luego, el mánager recurrió a Edwin Díaz en la octava entrada. Eugenio Suárez conectó un jonrón, pero Díaz cerró el juego, sellando un buen día para los Mets.
Estamos perdiendo de muchas maneras diferentes. Y, hoy, todo funcionó.
Francisco Lindor
