Eddie Guerrero: Legado Inmortal en la Lucha Libre y el Corazón Latino

alofoke
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El Legado Inmortal de Eddie Guerrero: Un Ícono de la Lucha Libre

Desde la infancia, Eddie Guerrero demostró una pasión inquebrantable por la lucha libre. A los cinco años, ya subía a las cuerdas del ring que su padre había construido en el patio trasero de su casa en El Paso, Texas. Observaba a sus hermanos mayores en acción, cautivado por el espectáculo. Su padre, Gory Guerrero, le corregía constantemente, y Eddie, fascinado, soñaba con ser parte de ese mundo.

Su hermana, María, recuerda la casa familiar en el barrio de Buena Vista, a solo tres cuadras de la frontera entre Estados Unidos y México. El Coliseo del Condado de El Paso, donde la familia pasaba gran parte de su tiempo, estaba a cinco minutos en coche. El padre de Eddie, Gory, quien comenzó su carrera en la lucha libre a los 16 años, vio en El Paso un lugar ideal, un punto de encuentro entre dos culturas.

La lucha libre, arraigada en El Paso desde la década de 1920, se convirtió en un pilar del entretenimiento local. Gory Guerrero, además de su carrera en el ring, se dedicó al aspecto empresarial de la lucha, asegurándose de que los luchadores tuvieran todo lo necesario, desde cinta deportiva hasta palomitas de maíz. En el patio trasero, el ring familiar fue el campo de entrenamiento de los hermanos Guerrero.

Eddie Guerrero: Legado Inmortal en la Lucha Libre y el Corazón Latino
El hermano de Eddie Guerrero, Chavo Sr., era el mayor de los seis hijos Guerrero. Era mejor conocido por su trabajo en NWA Hollywood Wrestling, donde tuvo una disputa con su rival y miembro del Salón de la Fama de la WWE «Rowdy» Roddy Piper. Courtesy WWE

La lucha libre, con su mezcla de coreografía y riesgo, requiere precisión en cada movimiento. Los hermanos Guerrero, Chavo Sr., Mando, Héctor, y el propio Eddie, aprendieron el oficio en ese ring familiar. Las fotos en blanco y negro revelan los inicios de Eddie, un niño en brazos de su padre, Gory.

María recuerda a su hermano, Ewis, jugando en el ring, un niño que se convertiría en una leyenda. La voz de María se llena de orgullo al recordar cómo Eddie llevó el nombre Guerrero a lo más alto, y cómo su recuerdo perdura 20 años después de su partida. Eddie falleció de un ataque al corazón en una habitación de hotel en Minneapolis, a punto de retirarse, dejando un vacío en el mundo de la lucha libre.

Ese es el hijo de Gory.

La abuela del autor

El autor, al igual que muchos, se sintió atraído por Eddie desde joven, influenciado por las historias de su abuela sobre Gory Guerrero y la lucha libre mexicana. En el Gimnasio Municipal Josué Neri Santos en Juárez, presenció la pasión de los aficionados y la rivalidad entre los luchadores.

Eddie, con su físico atlético y su carisma, se destacaba del resto. Su agilidad y acrobacias, junto con su icónico Frog Splash, lo convirtieron en un ídolo. El autor, como muchos otros, vibraba con cada movimiento de Eddie, quien llegó a ser reconocido por figuras como The Rock y John Cena.

Sherilyn Guerrero, hija de Eddie, recuerda los sueños que tiene de su padre, una conexión que la llena de consuelo. La lucha libre, algo innato en su familia, la inspira a seguir los pasos de su padre. Sherilyn experimentó la fama de su padre de primera mano, acompañándolo a eventos como WrestleMania y escuchando los elogios de sus compañeros de clase.

La conexión genuina de Eddie con sus fans era innegable. Su personaje de «Latino Heat» resonaba con la gente, utilizando frases en español y conduciendo lowriders al ring. Aunque esto generaba cierta timidez en Sherilyn, el legado de Eddie vive en línea, en videos y homenajes de sus seguidores.

En el patio trasero de la familia, Gory Guerrero y sus hijos perfeccionaron sus habilidades y técnicas. Para ellos, no era solo un trabajo; era una vocación. Algo que cada miembro se tomaba en serio. En la foto: Gory con Chavo Sr. y Mando Guerrero.
Courtesy Guerrero Family
En el patio trasero de la familia, Gory Guerrero y sus hijos perfeccionaron sus habilidades y técnicas. Para ellos, no era solo un trabajo; era una vocación. Algo que cada miembro se tomaba en serio. En la foto: Gory con Chavo Sr. y Mando Guerrero. Courtesy Guerrero Family

Sherilyn siente que su padre sigue presente, como si estuviera de viaje. Sus sueños con él son un consuelo, una señal de que todo estará bien. El autor, por su parte, también soñó con ser luchador, inspirado por Eddie. La lucha libre le brindó una identidad y un sentido de pertenencia.

Mando Guerrero, el hermano mayor de Eddie, posee el terreno donde alguna vez estuvo el ring familiar. A sus 75 años, recuerda los días de gloria de los «Wrestling Guerreros», una familia circense que recorría el mundo. Mando valora el legado familiar, aunque el ring, desgastado por el tiempo, ya no tiene la misma utilidad.

Mando describe a Eddie como un talento natural, que combinó la lucha libre mexicana con el estilo estadounidense. Sin embargo, también reconoce los problemas personales de Eddie, su lucha contra los analgésicos y el alcohol. Mando recuerda la dificultad de ver a su hermano en esa situación.

El 13 de noviembre de 2005, el mundo de la lucha libre se conmocionó con la noticia de la muerte de Eddie. El autor, en ese momento, se encontraba en una etapa de su vida llena de incertidumbre. La pérdida de Eddie le hizo reflexionar sobre su propia vida y sus sueños truncados.

Mando Guerrero y el bigote más guapo que hayas visto jamás.
Courtesy of WWE
Mando Guerrero y el bigote más guapo que hayas visto jamás. Courtesy of WWE

A pesar de haber dejado de ver lucha libre, el autor siguió de cerca la carrera de Eddie, sintiendo orgullo por sus logros. La amistad con Héctor Rincon, su mejor amigo de la adolescencia, y su dolor por la pérdida de Eddie, reflejan el impacto que tuvo en su vida.

Dean Malenko, amigo y rival de Eddie, recuerda la inesperada muerte de su amigo. Ambos compartían una profunda pasión por la lucha libre. Malenko fue testigo de los problemas de Eddie y, preocupado por su bienestar, alertó a la gerencia de la WWE, lo que llevó a Eddie a rehabilitación. A pesar de que esto fracturó su amistad en un principio, Malenko estaba contento con el resultado.

Después de su rehabilitación, Eddie se reconcilió con su fe, su familia y su esposa Vickie. Su muerte, causada por una enfermedad cardíaca, dejó un vacío en el mundo de la lucha libre. La WWE implementó una política de pruebas de drogas aleatorias en su honor.

El autor, tras soñar con ser luchador y luego probar otros caminos, finalmente encontró su vocación en la escritura. Decidió escribir sobre Eddie, explorando cómo su legado vive en la memoria de quienes lo amaron.

Kaylie Mahoney Guerrero, la hija menor de Eddie, recuerda las memorias que tiene de su padre. Kaylie encuentra consuelo en las similitudes que comparte con su padre, como sus cumpleaños cercanos. Asistió a un evento de lucha libre en el Coliseo del Condado de El Paso, donde pudo conectar con el lugar donde su padre creció.

Kaylie encuentra consuelo en una entrevista en YouTube, donde su padre habla con honestidad sobre sus luchas y su amor por la lucha libre. A través de este video, Kaylie siente que su padre le habla directamente.

Una mirada a los días de escuela secundaria de Eddie Guerrero en El Paso, Texas, con imágenes del anuario de la escuela secundaria Thomas Jefferson.
Courtesy El Captain Yearbook Staff
Una mirada a los días de escuela secundaria de Eddie Guerrero en El Paso, Texas, con imágenes del anuario de la escuela secundaria Thomas Jefferson. Courtesy El Captain Yearbook Staff

La temprana muerte de Eddie alteró la percepción del tiempo del autor. Eddie, más que un luchador, representaba el hogar, un símbolo de orgullo. El autor, al igual que muchos, se adentra en los recuerdos y sueños de quienes amaron a Eddie, buscando el eco de los «Wrestling Guerreros».

En el cementerio de Scottsdale, Arizona, donde descansa Eddie, Linda Guerrero Rodriguez recuerda a su hermano, con quien compartía un vínculo especial. En ese lugar, se encuentran objetos que recuerdan a Eddie, un legado que perdura en el tiempo.

Eddie Guerrero: Legado Inmortal en la Lucha Libre y el Corazón Latino
Eddie Guerrero recibiendo amor en «WWE SmackDown» en Fresno, California, el 17 de febrero de 2004. Courtesy WWE
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