Bronx, Nueva York. El regreso de Juan Soto al Yankee Stadium estuvo lleno de emociones encontradas.
En su primera aparición como visitante desde que dejó a los Yankees, el jardinero dominicano fue recibido con abucheos y algunos aplausos, marcando el tono de la noche.
Lejos de amedrentarse, Soto respondió con una sonrisa, demostrando templanza ante la presión del Bronx. Cuando los aplausos sonaron, el toletero levantó su casco e hizo una reverencia.
En su primer turno al bate contra su excompañero Carlos Rodón, Soto recibió cinco lanzamientos y obtuvo una base por bolas. Los abucheos no cesaron durante todo el recorrido, pero el jardinero de los Mets se mantuvo firme.
En la parte baja del primer inning, en el jardín derecho, los abucheos se intensificaron. Se repitió la escena: rechazo masivo desde las gradas, pero también algunos aplausos dispersos.
El contrato que cambió la historia
Soto dejó a los Yankees en la temporada baja, firmando un acuerdo histórico de $765 millones por 15 años con los Mets de Nueva York. Rechazó la oferta de $760 millones por 16 años que le propuso su entonces equipo, una decisión que aún cala hondo entre los seguidores del Bronx.
El ruido fue comparable al que enfrentó el año pasado en San Diego. Pero esta vez, el contexto emocional fue distinto: Soto no solo volvía a una antigua casa, sino al corazón roto de miles de aficionados.
