Las Aces de Las Vegas se Impusieron en el Primer Juego de la Final de la WNBA
En un emocionante encuentro que marcó el inicio de la final de la WNBA, las Aces de Las Vegas lograron una victoria crucial sobre las Phoenix Mercury con un marcador de 89-86. La clave del triunfo residió en el desempeño sobresaliente de la banca, que demostró ser un factor determinante en el desarrollo del juego.
La entrenadora de las Aces, Becky Hammon, había anticipado el impacto de su banca, destacando su calidad y profundidad. La dupla conformada por Dana Evans y Jewell Loyd lideró el ataque desde el banquillo, sumando un total de 39 puntos combinados. Este desempeño superó ampliamente a la de las Mercury, quienes solo lograron 16 puntos desde su banca.
Evans y Loyd se convirtieron en la quinta pareja en la historia de las finales de la WNBA en anotar al menos 15 puntos cada una viniendo desde la banca. Hammon elogió la versatilidad de su equipo, resaltando la capacidad de sus jugadoras para cambiar el ritmo del juego y dificultar la defensa del oponente.
«Tenemos armas. Queremos usarlas todas porque somos más difíciles de defender de esa manera», comentó Hammon. «Nuestra banca fue enorme».
Becky Hammon
El partido estuvo marcado por la intensidad y la alternancia en el marcador. A pesar de liderar solo durante 5 minutos y 18 segundos, principalmente en el último cuarto, las Aces lograron remontar y asegurar la victoria. Phoenix, impulsado por el buen desempeño de Kahleah Copper, controló el juego en la primera mitad, llegando a tener una ventaja de nueve puntos.
En el cierre del juego, Alyssa Thomas de Phoenix tuvo la oportunidad de empatar el marcador desde la línea de tiros libres, pero falló ambos intentos. Las Aces supieron aprovechar esta situación y sellaron la victoria.
Las Aces se convirtieron en el segundo equipo en la historia de las finales de la WNBA en ganar un partido con dos de sus tres máximas anotadoras provenientes del banquillo. Esto compensó una noche discreta en cuanto a anotación de Jackie Young y Chelsea Gray.
A’ja Wilson, la MVP de la liga, aunque no tuvo su mejor noche en tiros de campo, logró un desempeño destacado con 21 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y cero pérdidas de balón, estableciendo una nueva marca en las finales de la WNBA.
Desde el inicio de temporada, Hammon ha enfatizado la importancia de la contribución de cada jugadora para lograr el campeonato. La incorporación de Evans y Loyd, quienes fueron clave en este primer juego, demuestra la efectividad de esta estrategia.
Evans, alentada por Hammon a ser más agresiva en sus tiros, se destacó con cinco triples, igualando el récord de Riquna Williams en 2019 para la mayor cantidad de triples desde la banca en un juego de finales.
«Dana es nuestra batería. Ella nos hace jugar a un ritmo diferente. Le dije que vamos como ella va, y ese es un ritmo rápido, pero siempre vamos a tratar de seguirla, porque sabemos que es muy difícil de detener en esta liga», expresó Wilson.
A’ja Wilson
En defensa, las Aces lograron un cambio clave al implementar una defensa zonal en el tercer cuarto, lo que dificultó el ataque de las Mercury. El entrenador de Phoenix, Nate Tibbetts, reconoció que su equipo no supo adaptarse a esta estrategia.
Las Mercury sufrieron 14 pérdidas de balón, lo que resultó en 20 puntos para las Aces. A pesar de la derrota, el equipo de Phoenix buscará ajustar su estrategia en los próximos juegos.
Las Mercury se encuentran en una situación similar a la de la serie anterior, pero confían en las lecciones aprendidas de las derrotas previas para realizar los ajustes necesarios y competir en lo que será la primera final con formato de siete juegos en la historia de la liga.
